domingo, 30 de diciembre de 2007

Víctor Fernández, cerca de las traviesas

Hoy es una de esas mañanas placenteras que recogen la calidez de la presencia de los amigos y la familia. Hay un cielo azul ambición, límpido como el año joven que a punto nacerá en pocas horas y el sol ha ajustado sus rayos para que nos los bebamos con el derecho que tenemos a ser felices.

He cruzado los jardines que separan mi casa del pequeño templo literario que es el kiosko de la prensa que visito diariamente y he sentido en la cara una brisa suave aunque firme en forma de titular: "Voy a seguir consolidando al Real Zaragoza en Europa". Son palabras de Víctor Fernández, entrenador del equipo de mis amores, que acerca su pensamiento a la afición en forma de entrevista y de afirmaciones rocosas como la que sirve de titular. No son las palabras de un líder agotado, de un boss abocado a la tragedia. Son, por el contrario, mensajes de quien tiene un concepto, de quien cree, de quien asoma cada mañana a las avenidas de la opinión con la única coraza de su trabajo y su idea. Y me siento confortado por su mensaje.

He escrito en varias ocasiones que un proyecto, sea el ámbito que sea en que se desenvuelve, debe ser inmune a ciertos vaivenes y estar a salvo de circunstancias menores que no afectan en ninguna medida la esencia de la tarea propuesta. Hemos hablado del modelo británico y algunos (o bastantes, o muchos) seguimos apostando por ese estilo, que le otorga un marchamo de credibilidad. He oído, también, en muchas ocasiones que si el entrenador del Zaragoza se hubiera llamado de otra manera ya haría semanas que estaría destituído. Es posible, aunque quién sabe, pero lo cierto es que hasta el momento el club ha mantenido una postura que a mí me parece acertada, adecuada y digna de aplauso.

Sin embargo, y quizás es este el momento de los "sin embargo", también es verdad que el Real Zaragoza tiene que dar un golpe de timón de tal envergadura que sirva para olvidar "the long and winding road" (el largo y sinuoso camino) que ha sido hasta ahora la temporada 2007-2008. Y es así de duro y así de cruel. Ya escribí en otro lugar que el horizonte se dibuja de la siguiente forma: victoria convincente ante el Pontevedra, dignísimo partido ante el Madrid, superar la siguiente eliminatoria de la Copa del Rey, victoria ante el Mallorca y victoria ante el Murcia. Y no hay más. O pocas variantes. Desde luego difícil destino, mas necesario sufrimiento.

(to be continued...)

Víctor Fernández: "Voy seguir consolidando al equipo en Europa"

Víctor Fernández, entrenador del Real Zaragoza, concede una entrevista al Diario EQUIPO (Pedro Bellido) en la que habla de la situación actual del equipo.

martes, 25 de diciembre de 2007

Alberto Zapater, el horizonte cotidiano

(por Juan Antonio Pérez-Bello)

Alberto Zapater es futbolista porque el cielo que cobija su corazón se lo ordenó. Fue una voz anchurosa, como la tierra que lo acogió, la misma tierra que aleja el horizonte por tratarse de la línea que limita. Fue una voz que vertió en su pecho las palabras justas y precisas, necesarias además, que le hicieron sentir la obligada fuerza con que cabalga cada semana en busca de entuertos que desfacer.

Alberto es un muchacho crudo, extraído de los muchos surcos que se adormecen en las llanuras de las Cinco Villas. Sus piernas poderosas y curvas como un meandro lánguido pronto despertaron la ambición de otro aragonés que buscaba un heredero a su propia historia. Víctor Muñoz señaló al juvenil y le encomendó la misión de ser estandarte fornido, luchador inagotado, campeón en justas despiadadas.

Cuando recibió el rayo olímpico del mister el imberbe jugador le miró con el gesto fiero y contundente, enarcó las cejas para confirmar el pacto y juró a los vientos cereales que aquel condado deseado por el enemigo sería siempre, mientras sus pulmones pudiesen, el más inexpugnable de los territorios. Elaboró un recorrido pedregoso para recorrerlo y logró crecer como el gigante que es, en sabiduría futbolística y en carácter de líder. Surgieron los mercaderes en media Europa y sus cantos áureos, plagados de monedas y oropeles, rozaron su vanidad. Él los rechazó, como una doncella altiva y segura del amor de su doncel, pero esta Cruzada que se llama Temporada 2007-2008 está siendo para él martirio doloroso que nunca imaginó. Quiere, pero no puede; se ofrece, pero nadie le acompaña; propone, pero hay quien le rechaza. Y después de cada derrota, que eso es no vencer, sus lágrimas secas se deslizan por las mejillas huesudas y polvorientas de este muchacho que transpira agua azul y blanca y cuyo león, el que dormita en su pecho, le recuerda una y otra vez que está llamado a ser guía de un club que que ya ha visto perder a demasiados caballeros en la batalla del mercado.

Le vemos sufrir en el campo y fuera de él y esa circunstancia debería ser argumento nunca ignorado para pensar que si hay un mañana zaragocista, debe estar acomodado al futuro del chico de Ejea. El Real Zaragoza necesita a Zapater y Zapater necesita al Real Zaragoza. Y que no volvamos a vivir, nunca, momentos Villa, momentos Cani, momentos Milito. Momentos adiós.

lunes, 24 de diciembre de 2007

Víctor Fernández: "El equipo lo da todo y ha mejorado de verdad" (24/12/2007)

Víctor Fernández, entrenador del Real Zaragoza, concede una entrevista al Diario AS (Pedro Luis Ferrer) en la que habla de la situación actual del equipo.

El Cielo está vacío (Real ZGZ, 2 - Valencia FC, 2)

(por Juan Antonio Pérez-Bello)

Es Nochebuena. Ha nacido el día con una niebla de apellido londinense pero en estos momentos el sol le ha dado un buen puñetazo a la velada mañana y ha pulverizado la densa cortina de humo que nos envolvía. En otras palabras: al amanecer no se veía nada y a mediodía todo está despejado.

Es una sencilla metáfora que utilizo aprovechando la realidad meteorológica pero lo hago para explicar las sensaciones que mis amigos de peña y yo vivimos el pasado sábado en el transcurso del partido entre el Real Zaragoza y el Valencia CF. Eso sí: al revés, claro.

Vivimos una primera parte en tensión, agarrados al espeso esfuerzo de los jugadores del Real Zaragoza que, metálicos y agrupados, marchaban contra las tropas levantinas en formación en testudo (o tortuga). Mantuvimos durante aquellos primeros 45 minutos una áspera esperanza que nos mantenía vivos e, incluso, ilusionados. Veíamos esfuerzo desmedido, tropas bien ubicadas, desgarrados intentos de llegar al cuerpo a cuerpo en igualdad o superioridad de condiciones, talento utilizado en el instante adecuado, velocidad en los movimientos y solidarios alardes de raza humillada que muere por seguir viva. En medio de ese fragor tuvimos ocasión de rasgar nuestras gargantas para cantar dos goles que se convertían en estruendosos golpes en las defensas valencianas.

He empleado el símil de la formación en tortuga porque sabemos que en la época del Imperio Romano si esta táctica era utilizada correctamente - y es preciso tener en cuenta que requería de un gran entrenamiento para que fuese efectiva -, servía para proteger a los legionarios de forma excelente frente a los proyectiles, permitiéndolos desplazarse sin miedo a ser alcanzados por flechas, dardos, lanzas y demás armas arrojadizas. Y me ha parecido que era una manera ajustada para expresar lo que sentíamos: nuestro equipo nos mostraba una buena defensa, un armazón sólido, pétreo, inexpugnable. Y además, se empleba a fondo cuando enviaba a sus huestes de vanguardia a la guarida del enemigo para herirles con dos certeros golpes de mano.

El Real Zaragoza se puso con dos goles a su favor y pudieron ser tres si el árbitro, inepto trabajador al que de cualquier empresa seria habrían expulsado, no hubiese anulado el extraordinario gol conseguido por Oliveira. Un 3-0 en la primera parte habría sido letal. Aún así, el descanso se convirtió en territorio amable propicio para el análisi técnico-táctico. Hacía mucho tiempo que no hablábamos de fútbol, de la pureza de este deporte, de si tal jugador me gusta más, de si yo prefiero a este otro, de si esta táctica, de si esta estrategia. Fueron quince minutos de calmada tensión en los que nos permitimos hablar de la importancia de ganarles a Mallorca y Murcia y de la situación en la que nos encontraríamos si al final de esos dos partidos habíamos logrado 9 puntos de 12 (dando por hecha la derrota en el Bernabéu).

Comenzó la segunda parte. Empujamos a nuestros jugadores, alabamos su brío, destacamos algunas acciones hasta ahora nunca vistas, lamentamos la generosidad de Milito en ese pase imposible a Oliveira en lugar de "matar" al inestable Mora. Todo eso nos ocurría. Mas, de pronto...¡un oscurecimento! Víctor Fernández arranca a Luccin de la hierba y lo sustituye por Óscar. Nuestro asombro fue grande y el miedo se quedó a vivir entre nosotros. ¡Gol! 2-1 y esto pinta muy mal. No comprendí la decisión de Víctor. Si algo funciona, ¿para qué cambiarlo? Luego supe que Luccin se había lesionado (¿?) Y minutos después, la segunda decisión imcomprensible: Valero por Oliveira. ¡Glups! Uno siempre ha pensado, desde el comienzo de los tiempos, que si un jugador como Oliveira es sustituido es porque quien lo sustiotuye se llama, por lo menos, Kaká. Y lo explico: podría ocurrir que el Valencia empatase ese partido. Pues bien, en ese caso, con Oliveira, Milito y Sergio en el campo, todavía queda pólvora. en caso contrario, hemos facilitado las cosas al contrario. Y ocurrió: llegó el segundo del Valencia y el cielo se desplomó sobre nuestras cabezas...una vez más.

Es muy difícil que un club y su entorno pueda soportar una situación de permanente frustración como lo está haciendo el Real Zaragoza. Es muy complicado que podamos seguir resistiendo los embates del infortunio, la fragilidad mental y la debilidad futbolística por más tiempo. Sin embargo, no deja de llamarme la atención el olímpico equilibrio que está mostrando la afición zaragocista ante esta dramática sucesión de reveses que estamos sufriendo. En otros momentos esto habría estallado en mil pedazos a las primeras de cambio, pero eso ahora no ocurre. Y a mí, querido lector, me parece bien. Eso sí, el día 3 hay que vencer al Pontevedra convenciendo y los dos siguientes partidos en La Romareda deben servir para sumar 6 puntos. Sin reblar.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Stayin' alive (Real ZGZ, 3 - Español, 3)

(por Juan Antonio Pérez-Bello)

Diego Milito, bravo y encolerizado gaucho pampeño, recibió el balón de Sergio García, el dúctil ballestero que todo cruzado querría tener entre sus huestes. Porfió en la banda derecha y lanzó un centro medido que sobrepasó al infortunado central españolista para encontrar a Oliveira. Sanguinario, despiadado, voraz, encauzó el balón con la violencia del depredador hambriento y Kameni no pudo hacer otra cosa que volar para desviar el disparo con la timidez propia del vencido para acabar alojando el cuero en las mallas. La Romareda y todo el zaragocismo en la diáspora, ese que se agrupa en más de cien peñas por toda la geografía aragonesa y parte de la española, aglutinó la rabia comprimida y salpicó las paredes de los locales en los que se reúnen cada vez que el león decide mostrar sus credenciales.

Este fue el final de un partido que mostró cientos de caras. Si durante algunos minutos la escuadra aragonesa se encontró más cerca del Hades que de las praderas de Manitú, algo ocurrió en medio de semejante dislate para que el resultado final fuese ese empate que sabe a victoria. ¿Alguien me explica en qué consiste esto del fútbol? Prometo entenderlo, que para eso hice la EGB y el BUP.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Hay un lugar entre mis sueños

"Llegar al área y no poder patear al arco es como bailar con tu hermana". Dicen que lo dijo Maradona y a mí me apetece creérmelo. En esas quince palabras se resume (como en tantas otras, por cierto) la esencia del fútbol: llegar a las inmediaciones de la portería contraria y acertar con la fiereza del deseo para golpear el balón y decirle al mundo que ese gesto construye emociones en todo un pueblo, en toda una afición.

Ojalá nuestros guerreros se calcen el yelmo, ajusten la celosía y blandan su bruñida espada con el pulso sujeto a la Historia que les precede. Hoy es día de cielos acerados, mandíbulas de madera y gestos oblicuos ante el enemigo. Hoy, como contra Osasuna, como contra el Sevilla, como contra el Villarreal, las cornetas completarán el aire con sonidos enhiestos. Hoy sólo hay una arenga: ¡a ganar!. Sea.

viernes, 7 de diciembre de 2007

Entrevista a Ayala en "Diario AS"

"Es el momento de estar más unidos que nunca", ha declarado Ayala en entrevista concedida al Diario AS.

Otras entrevistas esta semana:

- Diego Milito (MARCA): "Los culpables de la situación somos los jugadores"

- Alberto Zapater (Diario EQUIPO): "La solución no pasa por echar a Víctor Fernández"

Palabra de dios

"Estamos orientados por el míster, pero quien decide en el campo es el jugador". Estas palabras las pronunció ayer en rueda de prensa Roberto Fabián Ayala, sin duda el jugador más carismático, junto a Alberto Zapater, de la plantilla del Real Zaragoza. Ayala habló ayer con palabras metálicas y gesto angulado y dibujó sobre el cielo zaragocista la hoja de ruta que es preciso seguir para redirigir el rumbo del equipo. Deberán hacerlo y tendrá que ser así. Y será con Víctor o sin Víctor. Ese es el mensaje. Que el argentino complete semejante discurso tiene un valor añadido y más todavía si sirve para cerra el círculo de intervenciones durante esta semana, en la que se han expresado Diego Milito, César Sánchez, Alberto Zapater y el propio Ayala. ¿No les parece significativa la nómina de intervinientes? ¿No son, acaso, los cuatro líderes, uno por línea, que reclamábamos a principios de semana en este mismo blog? Si lo recuerdan, echábamos en falta uno de ellos en las conversaciones de Victor el pasado lunes, pero el círculo se ha cerrado y ahí tienen ustedes a los cuatro gladiadores diciendo las cosas bien claras y cantando las verdades del barquero.

El lunes Víctor seguirá siendo el entrenador del Real Zaragoza o no. El lunes estaremos un poquito más holgados o hundidos en una tremenda depresión. El lunes el cielo será de todos o el infierno nublará nuestra ilusión, pero de algo sí estoy convencido: esta plantilla es la que salvará o aniquilará nuestra esperanza. Víctor es el líder y su estela debe ser nuestra luz. Sea.

jueves, 6 de diciembre de 2007

Problema nº 2, solución nº 2: la afición necesita vuestra caricias.

En efecto. En todo este barullo de emociones encontradas, sensaciones disputadas y sentimientos peleados, hay una parte del corazón zaragocista que sufre como nadie siendo, precisamente, la que menos decisiones puede aportar. Hablo de la afición.

Se dice que un club es una suma de voluntades: la directiva, el cuerpo técnico, los jugadores, los medios de comunicación y la afición conforman esa entidad repleta de historia y fuerza social que llamamos Club. Pues bien, todas ellas actúan, pueden decidir el curso de los acontecimiento con su trabajo e influir en la vida del mismo. ¿Todas? ¡No! La afición es el sector pasivo, el que aporta su latido y su ilusión, pero el que recibe alegrías o decepciones, siempre a voluntad del resto de agentes. Por ello, seguramente la más indefensa, la que sufre sabiendo que es impotente, que no puede aportar al proceso poco más que su voz y su aliento (o desaliento) es la que ahora mismo precisa la atención y la consideración de los demás ámbitos. Preferentemente de los jugadores. Ellos, junto a la presencia del entrenador, son los deudores de una afición, de una hinchada, que no se merece lo que está ocurriendo. Así pues, por ella, por el escudo, por la historia y por la emoción contenida en el caudal reseco del Ebro, este domingo, más que nunca, ¡a ganar!

lunes, 3 de diciembre de 2007

Problema nº 1, solución nº 1: tenemos tres líderes, pero falta uno.

Iniciamos aquí una sucesión de reflexiones en torno a la realidad del Real Zaragoza. De cada pequeño detalle, de cada mínima circunstancia se puede extraer una enseñanza y con ese afán lo hacemos. Ya escribí en mi artículo de ayer que son muchas las pequeñas decisiones que hay que tomar, antes que una gran decisión. Sólo así se solucionan los problemas de fondo. Sólo así se mejora, se aprende y se crece. Lo otro, lo de "como esto no funciona me cargo hasta a la mascota del equipo", no es sino una matanza de moscas a cañonazos.

Acabo de ver las imágenes que Aragón Televisión ha ofrecido en su informativo en las que se comprueba las primeras decisiones que Víctor Fernández ha adoptado una vez consumado el desastre de ayer. Se ha podido ver al entrenador dialogando pausada y preocupadamente con César (portero), Ayala (defensa) y Milito (delantero). Parece una correcta actuación la de compartir con un representante de cada una de las líneas las primeras reflexiones acerca de la situación que se está viviendo. Es, además, un gesto significativo, pues se nos está diciendo: "Estos son mis líderes, en quienes confío en el terreno de juego y quienes tienen que ser mi voz, mis ojos y mi voluntad". Elevados a la categoría de líderes, pues, por el propio coach. Ahora bien: en esta representativa nómina me falta un miembro del centro del campo, lo que comformaría la columna vertebral de este equipo. Por eso me pregunto: ¿no hay un líder en el medio campo? ¿No existe la figura aglutinadora en esa parcela del grupo capaz de elevar la tensión del cuerpo central y dar equilibrio a la oferta futbolística del equipo?

Si es así, ahí tenemos el primer problema a solucionar: un equipo tiene que reconocer en cada instante a su capitán, a su líder, y estamos todos de acuerdo que en cada equipo hay cuatro elementos fundamentales, uno por línea. En el Zaragoza falta uno.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Parezca nuestra esperanza (Recreativo, 2 - Real ZGZ, 1)

(por Juan Antonio Pérez-Bello)

EL Real Zaragoza ha caído derrotado en su partido ante el Recreativo de Huelva por 2 goles a 1. La imagen del equipo ha sido de un grupo lento, abúlico, desinteresado. Un grupo desasistido, huérfano ante su destino fatal, inquieto por las deudas que se acumulan. No hay alegría y eso sí es preocupante. No son felices quienes portan el escudo del león, no soportan la visita de la esperanza a la que rechazan nada más que asoma su cara por la esquina.

Ha comenzado el partido con un color gris en la pantalla del televisor. Anodinos movimientos, escasa fuerza, poca pasión en cada jugada, ningún interés en cada toque. Las caras de los jugadores mostraban hastío, aburrimiento, anodinas miradas. Preocupante. Estos jugadores estaban pidiendo a gritos calor, mano firme, magisterio de sus mayores. Se han mostrado como un grupo de escolares que reciben la visita del profesor sustituto y no saben si obedecerle o tomarle el pulso. Se ha detectado la abulía propia de quien no sabe lo que se quiere de ellos y a ese estado de ánimo se ha llegado después de un atormentado camino recorrido en medio de un fuego cruzado que algunos medios de comunicación han atizado dsde hace varios meses. Si uno tiene que leer algunos textos que avergüenzan al lector con un mínimo criterio, también se encuentra con el derecho de protestar ante esa oleada de catastrofismo que nos acompaña desde hace un tiempo.

Milito ha metido el 1-0 y poca alegría se ha vivido. No se ha celebrado de manera especial en el campo ni tampoco en la peña. Y por si fuera poco, uno tiene que escuchar que el pase de Aimar no es un pase de gol sino que, poco menos, ha sido un balonazo "al tuntún" del que se ha aprovechado Milito porque "¡hombre, es que si falla eso, ya...!". Esa es la atmósfera de mi Real Zaragoza; el universo en el que nacemos, crecemos y morimos en Aragón. A los pocos minutos un redivivo Martins ha empatado. (Martins, al igual que antes fueron Javito, Víctor, Pavone, Granero). Y es que el Real Zaragoza se ha convertido en un gran descubridor de talentos en los equipos contrarios. El chut ha sido blandito y fácil, favorecido por la ausencia de pundonor en nuestros jugadores y César (¡ay, César, qué lástima!) no haestado muy afortunado. Poco después, penalty blandito y fácil de Juanfran (jugador especialmente proclive a provocar faltas máximas en contra de manera absurda). El penalty es detenido por César (¡bien, César, qué parada!) pero sus compañeros deciden que no les toca defender el balón, que aquel esfuerzo no se les requiere y el Recreativo aprovecha el rechace para meter el segundo gol.

En la segunda parte el protagonista ha sido el Real Zaragoza, pero su ineficacia ha sido tal que sólo hemos disfrutado de una vaselina de Aimar que casi es gol. Así y todo, la temperatura del equipo ha ido enfriándose de forma vertiginosa hasta llegar a un estado de indiferencia que es lo peor que nos puede pasar. Fin del partido. ¿Fin de una era?

En otros momentos he hablado acerca de las causas de la situación que vivimos y he propuesto algunas decisiones que ayudarían a mejorar. Sigo pensando que no es momento de destituir a Victor Fernández, por lo que prefiero retomar las ideas que ya hemos considerado en otras páginas. Veamos.

La plantilla del Real Zaragoza y su entrenador, así como su Presidente e incluso su Secretaría deportiva, han estado bajo sospecha desde hace varios meses. Se ha pedido la Luna a quien no la puede conseguir y desde un primer momento se ha trabajado, y muy bien por cierto, por crear una atmósfera irrespirable en el entorno del equipo. Se ha conseguido y lo que en otro ámbitos, en otros clubs, habrían sido razones más que aceptadas para explicar lo que sucede, aquí se elevó a la categoría de excusas fútiles, fariseas e insostenibles. Repasemos.

Los jugadores que se incorporan tarde, la profunda renovación que vive el vestuario, el trabajo en torno a un sistema de juego que no acaba de funcionar y que provca feroces críticas, la eliminación de la UEFA (dramático suceso que provoca un dolor insufrible enla familia zaragocista), las díscolas intervenciones ante los medios de comunicación por parte de algunos jugadores, el enfrentamiento entre algunos futbolistas y entre estos y el entrenador y las lesiones, graves en algunos casos, de n número muy importante de miembros de la plantilla son factores que forman parte del problema. Todos ellos tienen su importancia, suman razones para explicarse qué está ocurriendo y aportan datos para entender la cituacion. Pero todos, no solamente los que nos interesa.

Cada zaragocista pondrá el acento en uno o en otro, pero estoy firmemente convencido que todos tiene su relevancia y que no se puede obviar ninguno. Otra cosa es qué decisiones se han adoptado para gestionar todas y cada una de ellas. Estoy seguro que habrá muchos aficionados que pensarán que eso se soluciona con un cambio de ntrenador, mientras que otros pensarán que ya es hora de que Agapito pegue un piuñetazo en la mesa y tal. Sin embargo, yo creo que el proceso es mucho más largo y complejo y, desde luego, pasa por que todos y cada uno de los actores (me refiero a jugadores, entrenador y Directiva) asuman su responsabilidad y aporten su trabajo día a día. Si cada uno hace el suyo, sin pensar en "yo salvo mi culo y a los demás que les den", lograremos superarla crisis. Y son muchas pequeñas decisiones las que hay que tomar, no una gran decisión. No está de más recurrir a quien aporte soluciones en el manejo de grupos. Es un idea. Pero, si les parece, de eso hablaremos mañana. Hoy estoy un poco cansado.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Un barredor de tristezas

Inicio mi entrada nº 201 hablando suavemente, sin estridencias, procurando no faltar a nadie (es uno de mis principios: respetar a todos), tratando de mantener un discurso sereno, esperanzado, razonable y consecuente. Este blog nació este verano como un divertimento, una posibilidad de mostrarle al mundo mis sensaciones, mis emociones y mis reflexiones. Comprendo que haya muchas sensibilidades y entiendo la diferencia. No podía ser de otra manera, pues vivo instalado en ella debido a mi trabajo y a mi forma de vida. Sin embargo, me apetece mantener mi postura con la firmeza que me ofrece estar convencido de lo que pienso.


David Generelo cae lesionado de nuevo. ¿No es mala suerte?

Escribo todo esto por dos razones:

Razón nº 1: he recibido varios correos de lectores que me muestran su acuerdo o desacuerdo con lo que manifiesto. Me parece bien, todo me parece bien. Incluso me alegra que haya diversidad, pues es síntoma de normalidad y de sociedad moderna y progresista. Sin embargo, también me encuentro con el derecho de proponer al zaragocismo en general y a algunos aficionados en particular que en estos momentos lo que sobran son palabras altisonantes y petición de cabezas. Poco, y seguramente nada bueno, obtendremos derrocando a Luis XVI y cortando (metafóricamente hablando, je) ninguna cabeza. Pocas veces esas cosas han funcionado y mucho menos en situaciones como la actual. No estamos en bancarrota, ni esto está desgobernado ni hay razones objetivas que animen a un cambio radical de rumbo. Y, desde luego, no hay recambio de garantías a la vuelta de la esquina, ni de técnico ni de jugadores. Ese es mi convencimiento.

Razón nº 2: sigo pensando que el Real Zaragoza es un equipo maltratado por la fortuna y y no demasiado querido por parte de algunos sectores. Porque en estos casos, y es lo que yo creo, atacar despiadadamente (sí, despiadadamente en algún momento) al entrenador (sea el que sea, ya es conocida mi postura al respecto) o poner en el disparadero a tal o cual jugador nunca ha aportado nada positivo, sino todo lo contrario. Y quien esto escribe ha sentido en más de una ocasión dolor al leer ciertos artículos de prensa, determinadas opiniones de aficionados significados o algunas informaciones con cierto perfume tendencioso. No, no se ha tratado bien al Real Zaragoza, entendiendo por tal al staff técnico y a la plantilla, y se ha trabajado muy duro a la hora de sembrar dudas, sospechas y sombras. He defendido siempre un periodismo didáctico, iluminador e informativo, pero mucho me temo que en ocasiones se ha jugado demasiado con el doble valor de las palabras.

Hoy es miércoles y quizás el próximo domingo el Real Zaragoza vuelva a perder un partido de fútbol. Es posible que el entrenador de nuevo cometa errores, que no acierte ni con la alineación ni con el esquema ni con la mentalización ni con la táctica. Puede ser que a los jugadores vuelva a faltarles ese centímetro gracias al cual llegarían a los balones o a los remates pero que no hay manera. Cabe la posibilidad de que el Huelva, un equipo en posición de descenso, encuentre una bocanada de aire a costa del Zaragoza. Todo es posible. Pero también es posible justamente lo contrario: que el Zaragoza gane, que el entrenador acierte con la alineación, con el esquema, con la mentalización y con la táctica, que los jugadores recuperen ese centímetro gracias al cual llegan a los balones y a los remates. Cabe la posibilidad de que el Huelva se hunda un poquito más y sea el Zaragoza el que empiece a respirar.

Estoy seguro que si esto ocurre el zaragocismo se alegrará. Lo espero de todo corazón. Lo que no me gustaría es que ocurriese como aquel triste domingo en que, a punto de lanzar un penalty el Toro Acuña, toda la Romareda deseaba que lo fallase para así poder meterse con Rojo y tal. Nada me llenaría más de tristeza que un sólo zaragocista desease el fracaso de Víctor Fernández para así poder echarle, porque eso supondría que el Real Zaragoza también muere un poco. Y nosotros, compañeros; y nosotros.

martes, 27 de noviembre de 2007

Otro día más sin verte

Es martes. Se hace tan pronto de noche que ni las luces de las risas de mis amigos me ayudan a apartar los titulares de la prensa de mi mente. Sí, es posible que esto de ser zaragocista sea algo más que un sentimiento (a veces, un sufrimiento), pero no resisto la tentación de expresarlo por escrito. ¡Qué diablos, para algo tengo un blog!. Hoy, por ejemplo, he leído estas tres informaciones en tres medios locales diferentes:

- En este ambiente de la "altísima preocupación" (sic) que se vive dentro de los despachos directivos del actual Real Zaragoza, queda apuntada, por tanto, la figura del entrenador, la labor de Víctor Fernández, como elemento crucial para resolver la actual crisis de resultados, juego y solvencia como equipo. ("Heraldo de Aragón")

-"Como es lógico estamos preocupados porque el equipo no arranca, pero tampoco es para volvernos locos. Hay que seguir teniendo paciencia y olvidarse de medidas drásticas", aseguraban ayer varias fuentes del club aragonés. ("El Periódico de Aragón")

- "La crisis se ha apoderado del Real Zaragoza, cuya cúpula reconoce sentirse “muy preocupada” por la situación y las sensaciones que transmite un equipo que ha sumado un punto de los últimos nueve, que ha dicho adiós a Europa y que cayó en la ida de la Copa en Pontevedra."

Y claro, ejem, bueno, osea...uno duda. Y duda porque siente la necesidad de que que alguien le explique (y juro intentar entenderlo) a qué palo se queda este aficionado (es decir, yo mismo) que vive lejos de Zaragoza, conoce lo que sabe a través de los medios de comunicación, suspira y a veces hasta casi expira por su Real Zaragoza y no encuentra una sola luz entre tanta maraña informativa.

La cosa está fea, yo tampoco sabría responder a la pregunta del Sr. Iglesias ("¿Cómo lo véis?"), ni siquiera me toca, pues no es ni mi devoción ni mi obligación, pero de algo sí estoy plenamente convencido y lo aplico a cada segundo de mi vida y la de los míos: "En tiempo de crisis no hacer mudanza". Las prisas, la precipitación, la improvisación son muy malas consejeras. Nadie lo podrá hacer mejor, a día de hoy, que Victor Fernández y sus jugadores y para explicarme mejor diré que coincido plenamente con Alejandro Lucea cuando dice estar seguro de que el Zaragoza no habría bajado a Segunda División si hubiera mantenido a Rojo en el puesto. No porque me gustase o no ese entrenador (que no viene a cuento el debate) sino porque es necesariamente sensato mantener los proyectos de principio a fin.

Soluciones hay; las expongo en otro hilo de este mismo foro y son muy parecidas a las que aportan expertos en la materia. Y Victor Fernández debe acabar la temporada y después ya veremos. Por cierto: también coincido en esto con Paco Giménez, que lo explica, y muy bien, en su blog.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Noche estrellada (Starry night) - (Real Zaragoza, 1 - Getafe, 1)

(por Juan Antonio Pérez-Bello)

El Real Zaragoza disputó ayer su decimocuarto partido de Liga. Decimoséptimo de la temporada, si contamos los dos (ay, únicos) de Copa de la UEFA y el partido de ida de la Copa del Rey. Se presentían aguas turbulentas y, en efecto, el partido respondió a lo temido. Juego insulso, pocas ideas, nada de jogo bonito y mucho de ausencia de color. El Zaragoza, así y todo, se acercó a la meta del Pato con algunos picotazos que a punto estuvieron de facilitarle una ventaja no sé si inmerecida, pero sí inesperada. Sin conseguir elaborar una propuesta uniforme y consecuente, nuestros jugadores tienen tanta calidad que a base de esfuerzos individuales pueden llegar a ser capaces de ganar un partido. Pero también es verdad que poseen una debilidad mental tan acusada que cualquier breve bofetada que el contrario se atreva a propinarnos nos pone al borde del abismo. Y somos capaces de perder nuestra honra a manos del primer gañán que nos ponga la mano encima.

Hoy, querido lector, abandono el verbo blanquiazul y te propongo un ejercicio matemático. Estudiemos el partido del Zaragoza con datos objetivos, esos que se recogen en las libretas de los segundos entrenadores y que sirven, en muchos casos, para que el mister tome decisiones que a veces nos dejan estupefactos a los profanos pues rara vez nos fijamos en esos aspectos matemáticos que, queramos o no, también conforman un partido de fútbol. Vamos a ello.

El Zaragoza fabricó 142 jugadas de ataque frente a 125 del Getafe; realizó 5 jugadas en el área, las mismas que los madrileños; 8 saques de esquina por 7; 55 balones recuperados por 64 y 85 balones perdidos por 76. Nuestro portero intervino 15 veces frente a las 8 del visitante; del mismo modo, César realizó 8 paradas y el Pato tan solo 1 mientras que el apartado "remates" arroja el siguiente balance: a puerta, 2 por 10; fuera, 4 por 7 y otros 7 por 3. Total: 13 remates por 20.

Estas cifras admiten varias lecturas, todas ellas incompletas, pues desconocemos aspectos como, por ejemplo, dónde se pierden o recuperan los balones, pues no es lo mismo perderlos siempre en el centro del campo que en defensa, como así puede explicarlo Juanfran (su pérdida supuso un gol); o, por poner otro ejemplo, no es lo mismo una intervención in extremis del portero que una simple cesión. Sin embargo, sí podemos proponer una reflexión que procure ayudar a entender lo que le ocurre al equipo.

1. El gran número de jugadas de ataque fabricadas no encuentran acomodo en la finalización. Ello nos lleva a pensar que los delanteros, grandes delantero, por cierto, del Real Zaragoza bien no reciben balones adecuados, bien no entienden la idea futbolística de sus compañeros. Hay que modificar ese status.

2. El sistema de contención del equipo no es lo suficientemente sólido como para evitar que el portero, ¡jugando en casa!, tenga que intervenir el doble de ocasiones que el portero visitante. La defensa tiene que emplearse en demasiadas ocasiones con excesiva precipitación, ante las oleadas que provienen de líneas contrarias no de gran calidad pero sí cargadas de entusiasmo. Un ignoto Javito, un maduro Víctor, un casi inédito Pavone y una mala copia de hoplita despistado (por su estética) Granero nos hacen un siete a la menor ocasión.

3. Lo anteriormente expuesto nos lleva a pensar que hay demasiados resquicios en nuestras filas y excesiva condescendencia en las primeras líneas. Salvamos a Sergio García, ejemplo de clase, pundonor y entrega, como lo demuestra que fuera él, ¡un delantero!, quien sacase un balón en la misma línea de gol zaragocista. Hay que trabajar el bloque, los movimientos comunes y los mecanismos de ataque y repliegue. ¿Y un poquito de rasmia, quizás?

4. Si no hay un maestro en el centro del campo, y a la espera de la recuperación de Matuzalem, apostemos por el músculo, que lo hay, y procuremos pensar con realismo. Si el equipo está bien sostenido en la retaguardia, y ayer hubo momentos en que eso pareció lograrse, sobre todo por el trabajo de Ayala (muy bien), Paredes (muy entregado) y Valero (estuvo tan correcto que Diogo debería dormir en Zaragoza el próximo domingo), todo es mucho más fácil. Lo demostrado es que el menor rasguño recibido nos hunde, mientras que si metemos gol se nos alegra la mirada y somos capaces de lo mejor. Evitemos, pues, la miseria, para poder saborear la gloria.

5. Y todo eso lo saben quienes más saben. Uno no es quien para decirle al entrenador lo que hay que hacer, pero hemos visto mucho fútbol y, sobre todo, tenemos mucha experiencia en trabajar con grupos humanos y de ellos hemos aprendido que si hay una máxima que no puede faltar en situaciones así es la unión de todos ante la adversidad. Y la fidelidad. Penélope lo supo hacer, tejiendo por el día y destejiendo por la noche, pues sabía que, tarde o temprano, su esposo, Ulises, regresaría al hogar. Y regresó.

sábado, 24 de noviembre de 2007

Vídeos: Alcorisa, 4 - Cella, 0 (Categoría Cadete)

Abrimos esta estupenda carpeta audiovisual dedicada a las andanzas de los muchachos del Alcorisa Cadete. Hoy se enfrentaban al siempre difícil Cella, al que han derrotado por 4 goles a 0. Os invitamos a disfrutar con algunos de los momentos más importantes del encuentro: tres goles y un vídeo resumen del partido.

Gol de Jorge ( 2 - 0 )

(gol de Jorge en YouTube)

Gol de Mario ( 3 - 0 )

(gol de Mario en YouTube)

Gol de Lucas ( 4 - 0 )

Resumen del partido en YouTube

martes, 20 de noviembre de 2007

Victor Fernandez abre la maleta de la razón

He viajado. He recorrido diversos senderos polvorientos que reclamaban los pasos perdidos de quien no tiene otra meta que andar y rogar que el camino se largo. Que sean muchos los amaneceres, que cantó el poeta.

He viajado. He podido conocer otras miradas, saborear otros perfumes y degustar otras sonrisas. He aprendido a respirar las mañanas y entre tanta bruma sé que hay vida tras la derrota.

Supe en la lejanía de la victoria del Pontevedra sobre el Real Zaragoza. Aquella noche sostuve la tristeza apenas unos minutos y rescaté de entre los rescoldos varias frases que me ayudaron a dormir. Fue difícil, pero mereció la pena el tesón que empleé para encontrar una luz que me cobijara en medio de tanta negra desesperanza.

Hoy he escuchdo la entrevista a Victor Fernández que emitió Aragón Radio el pasado jueves, día 15 de Noviembre. He preferido hacerlo así, lejos de la tormenta, apartado del huracán que supone una humillación como la que habíamos sufrido en Pasarón. La he escuchado con atención, manchado con un punto de maldad, con intención de desprender toda mi rabia y encontrar el culpable del crimen, como en las buenas películas en las que siempre hay un culpable. Y lo he hecho con la técnica del "flash back", sabiendo quién es el malo desde un principio y retrocediendo en la historia para explicar los hechos, conociendo de antemano a quién condenar. He sido malvado, prejuicioso, avieso y unas cuantas cosas más. Pero...

Pero. Una vez más, Victor Fernández ha tirado por el recoveco más lateral, ha desmontado el tópico del entrenador que no maneja más allá de tres balbuceantes frases marcadas a fuego en el manual del pelotonero al uso y se ha explicado. No quiero decir que todas sus reflexiones hayan satisfecho mi curiosidad o hayan calmado el dolor de mis heridas, pero sí me atrevo a expresar mi convencimiento de que el Real Zaragoza está en buenas manos. No las mejores, porque esas siempre son las que no sujetan las riendas del conjunto en el momeno que hablemos, pero sí las adecuadas. Ha mostrado sus cartas, ha ofrecido razones que aportan luz y sentido común, ha aflojado la billetera del raciocinio y le ha dicho al mundo que cree en sí mismo, en sus jugadores y en su afición. Y le aplaudo.

Por motivos que no vienen al caso, me he visto reflejado en su discurso, mostrado en su planteamiento y exhibido en su alegato. Nadie que haya trabajado con grupos humanos y los haya liderado encontrará una sola objeción a sus palabras, pues nos muestran a una persona madura, consciente y conocedora del alma humana. Si a estos oropeles le añadimos sus conocimientos futbolísticos, será fácil llegar a la conclusión de que el Real Zaragoza tiene al frente a un entrenador capaz de todo. Sí, de todo.

domingo, 11 de noviembre de 2007

El reflejo del fango (Real Betis, 2 - Real Zaragoza, 1)

Han transcurrido tres horas. Aseguro que lo que estoy escribiendo lo hago sin haber leído ninguna crónica, escuchado ningún relato radiofónico ni visto los goles de la jornada. No sé cómo ha finalizado el resto de los partidos ni, mucho menos, conozco la valoración de Víctor Fernández ni las opiniones de ningún jugador zaragocista. Sé que puede parecer extraño e increíble, pero es así. Por todo ello, me siento legitimado para expresarme en los términos que lo voy a hacer, libre como estoy de contaminación mediática, informativa y hasta emocional.

El partido que han disputado el Betis y el Real Zaragoza ha sido feo. La primera parte nos ha traído a los zaragocistas la buena noticia del gol de D'Alessandro y la grata sensación de un equipo aragonés trabajador, mediocre en su propuesta pero eficaz en su esfuerzo. Se veían ayudas, presión, ganas de cumplir con lo que parecía un mandamiento divino hecho verbo hace unos días por un Ayala comprometido e incluso sabihondo. La frase de la semana, "su" frase, se había instalado en el subconsciente del zaragocismo y daba la sensación de que todos firmábamos un choque abyecto, rencoroso con el pasado y dispuesto a la rapiña, legítima, de los tres puntos sin más. Ni menos. Y para lograrlo todos los jugadores se aplicaban a la faena.

César resolvía lo poco que le llegaba; Ayala y Chus Herrero barrían la zona de hojarasca molesta con seriedad y oficio, Paredes marcaba su territorio con fortaleza y rasmia y Diogo, ¡ay, Diogo!, parecía abrir con timidez pero cierta resolución el cajón en el que guardaba alguna de aquellas virtudes que la temporada pasada nos hicieron pensar que era, junto a Alves, el mejor "2" de la Liga. Con timidez, porque en seguida hemos descubierto que todo era el reflejo de un sueño. Breve y mal dormido.

En el centro del campo Luccin se mostraba imperial y multiplicador y Zapater volvía a su patio de recreo particular, ese en el que ha dibujado sus tardes y noches más lúcidas y lucidas. Esta, en mi opinión, estaba siendo la mejor de las noticias: nuestro centro del campo no era brillante ni exponía las mejores ideas, pues eso queda para cuando vuelva el añorado y evocado Matuzalem.

La sorpresa de la tarde había sido la inclusión de D'Alessandro en lugar de Oliveira. En todo caso se había pensado en Aimar, pues los periodistas ya habían informado de ese movimiento táctico en el partidillo del jueves. Pues bien, D'Alessandro. Participativo, presente, lujurioso con el balón, como siempre. Y también lento en el pase, dubitativo en el regate, aturullado en la finta. Eso sí, su rosca despertó del letargo a un dormido Ricardo que no vio el proyectil del argentino y ahí se nos abrió el cielo. Oscar y Sergio no brillaban como semanas atrás, pero su prestancia y estancia en el césped auguraban alguna magia de esas que se esconden pero cuando menos lo esperas nacen y se ofrecen. Y Diegol. Luchador, solitario, peleador, solitario, guerrero, solitario. Diegol, como un almogávar sin embarcación pero con el pecho adelantado para recibir el primer flechazo, el primer golpe de espada, el primer rayo de Ares, la encarnación del tumulto en la batalla. Y ahí acabó su pugna: en la nada.

Este no era un mal dibujo si lo que queríamos era recoger la mies de los tres puntos y a casa. Esta no era una mala propuesta si hubiéramos sido capaces de acabar la pelea, antes que Héctor hubiera abierto la puerta de la ciudad y hubiera acabado arrastrando el cadáver del guerrero más bello que el cielo imaginara. Este era el mejor de los designios para afrontar un miércoles de miel y Copa, el primer mojón en la Vía Apia del triunfo, que eso es la Copa del Rey para el Real Zaragoza. Pero murió antes de nacer.

Los brazos se nos cayeron. Supimos, entonces, que no sabemos hacer las cosas bien, que nos mostramos como un caimán desorientado ante la primera avenida del río y las pirañas enemigas acaban siempre por mordisquear, gozosas, nuestra carne blanda y jugosa. La segunda parte fue un no estar. El equipo se hundió y la esperanza desapareció de nuestros corazones. La mala gana de los jugadores, la herida sangrante que supuso la lesión de Ayala, un auténtico muro hasta ese momento, la decisión equivocada en el cambio de Aimar por Sergio García y la deriva a la que nos apuntamos a poco que nos aprieta el enemigo hicieron todo lo demás. Al final, decepción, enfado, agonía prolongada hasta el día del Getafe. Sólo pido una cosa: que alguien me lo explique. Prometo entenderlo.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Rueda de prensa de Roberto F. Ayala (Heraldo de Aragón)

"A veces hay que ensuciar los partidos". Este es el titular elegido por Paco Giménez para invitar al lector a leer las declaraciones de Ayala en la rueda de prensa que el jugador argentino ofreció ayer. Por cierto, entre las palabras de Ayala emergen, despiertas e ilustrativas, un par de afirmaciones del periodista de Heraldo que me han llamado la atención, como cuando escribe: "Se podrán discutir sobre él o sobre el acierto de su fichaje cien puntos de vista distintos, pero su capacidad como jugador y su legitimidad en su discurso futbolístico, ganadas ambas en las más altas cotas del fútbol mundial, no admiten un solo reproche". (¡!) ¡Rayos! Acabamos de encontrar una circunstancia mundana que no sugiere ni un pero al ácido (en muchas ocasiones) periodista aragonés. ¡Hum! Interesante...

Del mismo modo, me seduce exponer en el escaparate del análisis esta otra afirmación: "Y, como colofón a su tésis (sic), salió el Ayala "ché", el genuino zaguero del feo pero campeón Valencia". Mmm, toda una declaración de intenciones, ¿no creen?. Así y todo, excelente la entrevista que el propio Giménez le hacía ayer a Miguel Pardeza. Ese periodismo, si se me permite la opinión, me gusta. Me gusta mucho.

Entrevista a Roberto F. Ayala (Diario AS)

"A veces debemos ensuciar los partidos" , declara Ayala en entrevista concedida al Diario AS.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Vídeo: Homenaje a Carlos Lapetra

Sí, lo sé. Aún no he escrito nada sobre el partido entre el Real Zaragoza y el Real Valladolid. Desconozco si lo haré. En días así prefiero abrir el baúl de la memoria y darle un abrazo a nuestras mejores sonrisas. Y compartirlo. Os propongo disfrutar durate unos minutos con este abrazo a la memoria (emitido por Aragón Televisión en su programa "Avispas y tomates") del más grande jugador que el Real Zaragoza ha tenido en sus filas: Carlos Lapetra. Su zaragocismo sirvió de antesala a la poderosa zancada del Lobo Diarte, la majestuosidad de los pases de Santi Aragón y la insistente claridad de Juan Señor, héroes que seguirían su estela con el paso de los años. Que su recuerdo nos proporcione la fortaleza necesaria para afrontar el porvenir. Y que lo disfrutéis.

martes, 6 de noviembre de 2007

domingo, 4 de noviembre de 2007

Víctor Fernández, el verbo consciente

Las tardes en el barrio eran siempre diferentes. Pareciera que el sol, ese altivo compañero de juegos y descubrimientos, era siempre el mismo, pero los chavales sabíamos que eso no era así, que en nuestras calles vivían muchos soles, tantos como chicos; muchas estrellas, tantas como chicas y alguna que otra luna, si bien todos ellos vestían pantalón corto y comían interminables bocadillos de mortadela chiripitiflaútica.

Había muchos soles y uno de ellos vivía al lado de las traviesas. Su mano derecha en ocasiones empuñaba una estilizada raqueta de tenis, esbelta como sus movimientos, y sus piernas eran capaces de recorrer kilómetros anchurosos como las explanadas que nos rodeaban: de casa al colegio, aquellos partidos a la sombra de "il bello Panatta", del colegio a La Camisera, de La Camisera...

Hoy su palabra ilumina, aturde, enciende, ofusca, limpia y exaspera. Su gesto es hermano siempre de su conciencia y la vida ha abrazado muchos de sus pasos y repudiado algunas de sus zancadas. Eligió la vereda de las praderas limpias por las que el futuro y la emoción de tantos han transitado, abrió la carne de todo un pueblo porque de ese pueblo era hijo y acogió la impaciencia de quienes sienten la urgencia del aliento inaplazable.

Aquí, en este rincón donde los mensajes encuentran cobijo, levantamos el recuerdo que creció con nosotros y se hizo verdad, no porque lo sea, sino porque la sentimos nuestra, que es lo mejor que nos puede ocurrir.


P.S.: Diario AS publica hoy una magnífica entrevista a Víctor Fernández de la mano de ese excepcional e inteligente mago del periodismo que es Tomás Guasch.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Vídeo: Almería, 0 - Real Zaragoza, 1

Los amigos de www.aupazaragoza.com nos invitan a disfrutar con los goles del Almería, 0 - Real Zaragoza, 1.

- Almería, 0 - Real Zaragoza, 1 (vídeo)
Para bajar el vídeo a tu ordenador, pincha sobre el enlace con el botón derecho y selecciona la opción "Guardar destino como..."

Catarsis. Del griego "κάθαρσις":purga, purificación. (Almería, 0 - Real Zaragoza, 1)

El fútbol me ayuda a vivir. Bueno, me ayuda a vivir mejor. O, por lo menos, más. En fin, el fútbol es fiel amigo de mis emociones. Si fuese necesario explicarle a alguien que nunca ha vibrado con un partido de fútbol por qué esta disciplina deportiva es capaz de llevarnos hasta la más lejana de las estrellas o transportarnos a los alrededores de los dominios del Can Cerbero, yo mismo debería confesar que soy incapaz. Pero sucede.

El miércoles por la noche me acerqué a los cálidos territorios de la peña de mis afectos para cumplir una doble misión: servir bebidas a mis compañeros de escudo y contemplar, con cierta distancia, por si las moscas, las andanzas del Real Zaragoza. La primera misión fue tan grata como suele, si bien diré que la cerveza manaba esta vez de manera pausada, incluso melancólica, hasta los gaznates de los muchachos; la segunda me sirvió para comprobar que la suerte va y viene, pero siempre a acompañada del esfuerzo, el jadeo atenazado y el sudor compartido.

El Real Zaragoza peleó cada balón, luchó cada jugada, combatió con tesón y se partió el cobre en cada lance, porque alguien ha debido convencerles de la necesidad de dejarse la piel a tiras en cada brizna de césped si queremos ser algo. Luego, por supuesto, está la calidad, pero lo cierto es que daba gloria ver a los once jugadores trabajar como negros (ahora que está tan de moda hacer demagogia con esto del racismo de la afición zaragocista) para lucir en el futuro como blancos (y eso, por cierto, que se utilizó, al fin, el uniforme avispa y nos dejamos de rebuscadas decisiones cromáticas).

Todos hicieron su trabajo y eso es muy importante. Soy de los que piensan que en la vida si todos cumpliésemos con nuestra obligación, si todos hiciésemos muy bien nuestro trabajo, las cosas nos irían mucho mejor, y a eso se aplicó el Real Zaragoza el miércoles.

Se ganó. Y se ganó después de sufrir, después de trabajar duro, de ser disciplinados tácticamente, de cumplir a rajatabla el papel de equipo grande que tiene muy claro qué partidos hay que ganar casi como sea (este, el del Valladolid, contra el Getafe, contra el Betis...) y en qué partidos hay que lucirse con motivación extra para que nuestros yelmos brillen al sol del triunfo (Valencia, Real Madrid, Atlético, Barça, Sevilla).

El partido acabó, pero esto no ha hecho más que empezar. Dejemos tranquilos a las estrellas, bajémosles al suelo, mostrémosles cada partido el sendero del dolor para que, una vez recorrido, sus nombres reposen en el friso del éxito, aquel que limpiamos después de cada partido con la sangre que adorne nuestra armaduras.

Crónicas del Almería - Real Zaragoza (0-1)

- Al galope (Diario EQUIPO)

- Noche de miedo (Diario EQUIPO)

- En la pista de despegue (El Periódico de Aragón)

- El Zaragoza vence fuera después de nueve meses (Diario AS)

Vídeo: Real Zaragoza, 4 - Villarreal, 1

Los amigos de www.aupazaragoza.com nos invitan a disfrutar con los goles del Real Zaragoza, 4 - Villarreal CF, 1.

- Real Zaragoza, 4 - Villarreal, 1 (vídeo)

Para bajar el vídeo a tu ordenador, pincha sobre el enlace con el botón derecho y selecciona la opción "Guardar destino como..."

martes, 30 de octubre de 2007

lunes, 29 de octubre de 2007

Tarde victoriosa, memoria al olvido (Real ZGZ, 4 - Villarreal, 1)


(por Juan Antonio Pérez-Bello)

Ha salido el sol. Ayer, domingo, el Real Zaragoza se enfrentó al Villarreal, al que derrotó por 4 - 1. Si las emociones se quedan a vivir entre nosotros, podremos decir que ayer nos visitaron todas: las cuatro dulces doncellas que acompañan siempre a los vencedores y las amargas arpías que se acercan a los débiles en forma de violento infortunio.

El Real Zaragoza jugó un partido fornido. Sus jugadores se mostraron bien cosidos al nuevo césped de la Romareda, con mucha letra en cada párrafo que escribían y con ese puntito de sangre en sus pupilas necesario para conformar un espíritu unido y ganador.

La consecución del primer gol fue la forma más eficaz de cerra carpetas abiertas violentamente por la inestabilidad que nace cuando no estamos seguros de nosotros mismos, temblamos ante la indiferencia y recibimos bofetadas a las que no sabemos responder. La historia del fin de los negros episodios de la semana pasada comenzó con las declaraciones de Aimar, sinceras y sólidas, y terminó el domingo con esos cuatro disparos bien elaborados por los delanteros zaragocuistas, que supieron ser parte de un equipo, con el que colaboraron, por el que lucharon, para el que sudaron. La solidaridad que mostró el Real Zarafgoza a lo largo de todo el partido es la mejor (a veces pensamos que la única) herramienta que nos ayudará a ser fuertes.

La unión entre las líneas, la comprensión del trabajo de los demás compañeros, la precisión en el esfuerzo y la calidad generosa puesta al servicio del grupo fueron suficientes para pasar por encima de un autosuficiente Villarreal, que venía de darle un baño al poderoso Barcelona, el mismo que nos había destrozado a nosotros hace algunas semanas, y conseguir al mismo tiempo devolver la sonrisa a la afición.

Me gustó mucho el trabajo defensivo. Diogo tuvo pocas ocasiones para descolocarse, pues las piezas estaban muy bien encajadas y eso le ayudó a trabajar en ataque con la inestimable ayuda de Sergio García. Ayala estuvo muy centrado, muy seguro, muy líder. Rápido en el corte, anticipándose a los delanteros castellonenses, eliminando todo peligro áereo, mandando y gobernando, que no es lo mismo aunque parezca igual. En mi opinión, uno de los mejores. Pavón trabajó con seguridad y acierto, complementando la tarea del Ratón. Lástima esa tarjeta roja de la que no sabemos si nos terminaremos acordando. Y Cuartero. Se me agotan las palabras, no sé dónde encontrarlas, para explorar mi corazón y decirle que estuvo muy bien: trabajador, decidido, acertado en sus acciones...y malafortunado cuando la desidia de la mala suerte se fija en él. Siempre en él. El mejor abrazo que podemos enviarle es una victoria en Almería. ¡Ánimo, capitán, mi capitán! Por último, quiero mencionar las buenas sensaciones que aportó Paredes los minutos que jugó. Si uno ha visto fútbol y ha sido capaz de aprender algo, podré decir que el Real Zaragoza tiene un excelente lateral izquierdo.

El centro del campo fue de lo mejor. Zapater jugó, creo, el mejor partido con la camiseta zaragocista. Y la mejor prueba de lo que digo es el titular que le dedicó EL PAIS el lunes, cuando su cronista centraba el mérito de la victoria en el magnífico trabajo del jugador aragonés. Firme, seguro, insolente, luchador (muy luchador), agradecido con la fortuna y generoso cuando nos mostró que su calidad futbolística va más allá de su fuerza. El centro a la cabeza de Oliveira fue digno de los mejores balones de Juan Señor.

Sergio García y Óscar estuvieron estelares. Trabajo, calidad, aportaciones diferentes, propuestas dignas de la Playstation. En fútbol no sólo hay que saber lo que se puede hacer en cada momento, sino que hay que saber ejecutarlo y hay que hacerlo con precisión y rapidez. Es lo que diferencia a los grandes de los buenos y Sergio y Óscar fueron grandes el otro día. Y los dos delanteros, que parecen decididos a convertirse en la mejor delantera de la Liga. Oliveira necesita un balón para él solo, pero incluso el domingo se le vieron detalles de equipo. Además, por supuesto, de su capacidad goleadora, que parece querer recuperar como si fuera esta su última oportunidad en el mundo. Por último, la esforzada aportación de Diego Milito, menos esplendorosa que otras ocasiones, pero del que no debemos olvidar sus ocasiones, su pedregosa actividad, el pase a Óscar para que este logarar el segundo gol y la transformación del penalty a Sergio García.

No suelo hacer recorridos por todos y cada uno de los protagonistas del partido, pero hoy me salía, me lo pedía el cuerpo blanquiazul que tanto ha temblado esta temporada. Y, seguramente, porque así me doy licencia para hablar de Victor Fernández. Ha sido centro de iras y afectos durante los últimos días. Conocido es mi apoyo a su trabajo y su idea futbolística, por lo que no extrañará que pretenda en estas líneas darle luz a la idea de que si un entrenador es culpable cuando un equipo no trabaja ni funciona como debe, también habrá que reconocerle el mérito cuando el grupo hace lo que se le pide y cumple sus objetivos. El entrenador es, ante todo y por encima de muchas cosas, un gestor de relaciones personales y yo quiero decir que Victor ha demostrado que sabe lo que se trae entre manos, que conoce las miserias y grandezas de sus muchachos y que el pasado domingo dio una lección de humildad, inteligencia y compromiso zaragocista. ¡Felicidades, mister!

domingo, 28 de octubre de 2007

Entrevista a Juan Señor en "BALCEI" (Julio, 2007)

(por Juan Antonio Pérez-Bello)

El pasado mes de Julio tuve ocasión de entrevistar a Juan Señor para la revista BALCEI. En esos días se estaba desarrollando el Campus de Fútbol Base "Juan Señor" en Alcorisa (Teruel) y fue un placer hablar de fútbol con la leyenda zaragocista y compartir esos momentos, además, con Paco Romea y Pepe Formento, Presidente de la Peña zaragocista "Juan Señor", de Alcorisa.

Juan Señor: “Tratamos de mostrar a los chicos que en la vida hay una letra mágica: la hache de Humildad y que en un equipo todos son importantes”.

BALCEI: Este campus tiene un fuerte contenido educativo, ¿verdad?
Juan Señor:
Sí. Lo cierto es que conseguimos muchas cosas. Desde el punto de vista futbolístico, en cuanto a ampliarles conceptos futbolísticos y solventarles dudas, pero en aspectos personales, como, por ejemplo, aprender a hacerse la cama. Aprenden que aquí hay unas normas, un compañerismo, una convivencia con gente de diversa procedencia y de lo que se trata es de que aprendan a relacionarse. Los chavales lo que hacen aquí es formarse y comprobar que el fútbol, que es su pasión, se puede convertir en un hábito muy beneficioso y que a cualquier padre le gusta comprobar que mientras se practica deporte no se está en otras cosas.

BALCEI: ¿Merece la pena trabajar en el deporte base en un momento tan mercantilista?.
Juan Señor:
Sí. Es difícil, porque los medios de comunicación nos muestran una realidad muy concreta: la fama, el dinero, y eso a veces equivoca a la gente. Hay que aclarar que ser futbolista no es fácil, que hay que pasar unos filtros y que lo más importante es practicar el fútbol y disfrutar.

BALCEI: Paco, ¿se sigue disfrutando del fútbol después de tantos años y con chicos tan jóvenes?
Paco Romea:
Sí, precisamente se sigue disfrutando por los chicos. Son aire fresco porque vuelves a disfrutar de las sensaciones que tenías cuando eras joven. Estos chicos preguntan, quieren saber, y eso te obliga a renovarte. Es como volver a empezar y a veces se pasa mal, porque los envidias, te gustaría volver a repetir con la sabiduría de ahora.

BALCEI: ¿Por qué se vuelve a hacer el campus de nuevo en Alcorisa?
Juan Señor:
Siempre he defendido mantener el campus en Aragón y desde hace años me tira mucho la idea de Teruel, por ser una zona desconocida con una belleza enorme. Quería recuperar el concepto de colonia y después de estar en Sabiñánigo, donde está Pyrenarium, donde el control de los niños se pierde y se diluye un poco, comenzamos a pensar en otros sitios. Pensamos en Ejea, que es el pueblo de Paco, y pensamos en Alcorisa, porque aquí ya habíamos hecho alguna semana deportiva hace algunos años. Después de hablar con Pepe (Formento) y con el anterior consistorio, vimos que encajaban las cosas, así que consideramos la existencia de un albergue para alojar a los chavales y como había buena disposición por parte de todos, lo decidimos.

BALCEI: Paco, ¿cómo es un día en la vida del campus?
Paco Romea:
La base es el fútbol. Por la mañana hay un trabajo de campo y antes de comer hay un trabajo de polideportivo y pabellón y de relación con el pueblo y otras actividades de tiempo libre y de entretenimiento a cargo de unas personas especialistas en este tipo de cosas para tener cubierta toda la jornada.

BALCEI: Se trabajan valores como la constancia, el esfuerzo, el orden, la responsabilidad, la solidaridad en el trabajo...
Juan Señor:
Sí. Una de la mejores cosas que tiene el fútbol es que se aprende a ser humilde, a no juzgar a los demás. Todos se necesitan, unos para defender, otros para atacar...Eso ayuda a que entiendan que cuando se convive todos son importantes, todos se necesitan. Tratamos que vean que el trabajo de grupo es el que te lleva al éxito, no que uno meta goles o que llegué papá y le dé al chico 5 euros por cada gol que mete el chico, porque eso pasa y son formas de motivar que yo no comparto. Todos tienen que sentirse importantes y ahí la tarea del entrenador es muy importante. Yo, sin la ayuda de Paco, que es uno de los hombres importantes de este campus, y de todos mis colaboradores, no podría llevar a cabo esta experiencia.

BALCEI: Dáis a entender que este equipo de trabajadores del fútbol, de enamorados del fútbol, tiene y defiende un estilo, una filosofía propia. A veces nos preguntamos: ¿un campus de fútbol en Aragón es igual que un campus organizado en el Norte de España?
Paco Romea:
No, yo creo que no hay diferencias. Ahora han proliferado este tipo de campus, y lo que ocurre es que el nuestro tiene una serie de aportaciones propias que lo hacen diferente. Desde la convivencia entre los chicos hasta mejorar hábitos de higiene y salud para tratar de adaptarlos a las edades de los chicos.
Juan Señor: Lo importante es el desarrollo. Se basa en el fútbol pero pretendemos que esté todo controlado porque es necesario que los chicos tengan una disciplina y unas normas.

BALCEI: Dos jugadores de Primera División como vosotros, que habéis sido modelo y, en ocasiones, leyenda, como lo eres tú para mí, Juan, ¿cómo bajan a la tierra después de haber tocado el Cielo?
Juan Señor:
Pues sabiendo que somos personas normales, que tenemos que seguir trabajando, que sabemos que el trabajo da sus frutos y somos personas que estamos para todo, hasta para “llevar el botijo”. No se nos caen los anillos por nada. Tratamos de mostrarles a los chicos que hay una letra que es mágica y es muda, que es la hache y que la humildad es fundamental y eso nos ha permitido a muchos bajar rápidamente de esa nube de fama, de reconocimiento y saber que tengo que seguir siendo una persona normal. Ya era una persona normal, siempre he sido una persona normal que se mueve por el mundo como cualquier otro. La única diferencia es que hemos tenido una profesión en la que todo el mundo te conoce, pero hay otras profesiones tan importantes como la nuestra. Y aquí es donde se ve la importancia que tiene la información que proporcionan los medios de comunicación.

BALCEI: ¿Cumplen esos medios con un papel leal, correcto?
Juan Señor:
Sí cumplen en la parcela informativa, no tanto en la parcela de opinión, porque aquí entran en juego la pasión por unos colores, los intereses que puede tener uno simplemente porque es amigo de Cuartero, por ejemplo. Hay muchas diferencias de opinión y es que no hace falta ser entrenador para entender de fútbol, no hace falta ser entrenador para discrepar de alguien que ha estado 40 años dedicado al fútbol. Éste, cualquiera, que sólo ve fútbol y que le gusta puede hablar y opinar sobre la táctica de un profesional. A mí no se me ocurre opinar sobre Derecho y, sin embargo, aquí tengo que aceptar...

BALCEI: ...cuarenta y cuatro millones de seleccionadores...
Juan Señor:
Sí, sí, y hay algunos tercos, ¿eh?, que dicen que esto es así y no le han pegado una patada a un balón y hay que respetarlo.

BALCEI: Aprovechando, Paco, la actualidad informativa, hoy Gaby Milito ha vestido la camiseta del Barça. ¿Qué se siente cuando ves que eso sucede?
Paco Romea:
¡Hombre! Se siente añoranza, eso siempre te queda, porque te gustaría seguir. Yo lo que les digo a los chavales es que tienen que vivir el día a día y abrirse paso en la vida, porque esto se acaba. Yo he jugado un Barça – Real Madrid o un Barça – Inter de Copa de Europa y a mis hijos no les puedo decir: “Mira esta es la camiseta o la foto del partido”. Yo les tengo que dar el bocadillo o los libros para el colegio. Lo importante es abrirse paso en la vida, estudiar y luego, si sale algo, adelante. Es verdad que sigues viviendo la añoranza, sigues teniendo dentro ese saborcillo de lo vivido, pero eso ya ha pasado y tratas de sacar lo positivo de tu experiencia.

BALCEI: A veces tienes ocasión de decirles a los chicos que van a tener la ocasión de estar con alguien que es leyenda viva del fútbol español y puede llegar a pensarse que esa cercanía le resta magia al encuentro.
Juan Señor:
No, eso está muy bien. Es bueno que ellos vean la realidad y la realidad no es otra que cuando uno trabaja y se esfuerza eso te ayuda a alcanzar ciertas metas que están al alcance. Hace falta sacrificarse y ser capaces de pasar los filtros de la adolescencia, de la novia que surge, de los amigos...El chico tiene que tomar muchas decisiones cuando llegan cada uno de los momentos, igual que hicimos nosotros a lo largo de nuestra vida. Por eso nos gusta mucho que los chicos nos vean como personas normales. Somos unos apasionados por el fútbol, estamos locos por el fútbol, pero somos gente que tiene hábitos normales que no somos ni mejores ni peores pero que nos dedicamos a esta profesión.

BALCEI: Yo creo que más que locos por el fútbol sois unos locos por la vida, porque hay que tener amor a la vida para estar hoy aquí.
Paco Romea:
No, sinceramente, no, te lo agradezco de verdad, pero yo creo que hay un montón de profesiones que te permiten mostrar tu amor por la vida. En mis tiempos era mucho más difícil, pero hoy en día hay más medios y eso permite elegir lo que te gusta y si lo sabes compaginar con una buena formación, que el chico pueda elegir y tenga un complemento deportivo, pues miel sobre hojuelas…

BALCEI: Tenemos aquí a Pepe Formento, Presidente de la Peña Zaragocista "Juan Señor", de Alcorisa y con él aquí sería imperdonable no hablar de la actualidad del Real Zaragoza. Y te veo muy sonriente, más sonriente que hace algunas temporadas...
Pepe Formento:
Sí, parece que se puede armar un buen equipo, que la intención es crecer poco a poco y a ver si llegamos a la Champions.

BALCEI: ¿Puede ser el momento en que el Zaragoza dé ese salto?
Juan Señor:
Sí, puede ser el momento. Aunque también nos preguntamos: ¿cuál puede ser el momento bueno? Quizás cuando el Zaragoza tenga un campo nuevo para poder acoger a un Inter de Milán, como jugó Paco, o un Ajax, como jugué yo. Por un lado están las prisas en el aspecto competitivo y sí, parece que se está formando un equipo ilusionante, pero a mí me gusta tirar de la prudencia porque hasta el final no te llega el premio y es mejor ser prudente a pesar de que te ilusiona ver algo como lo que se está construyendo esta temporada. Ahora bien, en cuanto a nombres sí se puede hablar de un proyecto que da ese pasito adelante para conseguir Champions. Yo sí digo que esta temporada pasada el Zaragoza perdió una oportunidad enorme de jugar la Champions y el Zaragoza ha fallado con los más pequeños, pero hay que dar por bueno que se ha conseguido entrar en Europa, que se está entre los seis mejores equipos del campeonato español, que es un campeonato duro y hay que pensar que con todos estos fichajes se dé el santo cualitativo. De momento ilusionan a la gente; luego, veremos a ver cómo se desarrolla todo, porque también los demás se están reforzando...

BALCEI: Por lo menos, pronto, ¿no? Los fichajes se están produciendo muy pronto.
Paco Romea:
Es que el fútbol también ha evolucionado mucho, porque en nuestros tiempos no había representantes, los clubes tenían el derecho de retención y ha evolucionado hacia un mercado más libre...
Pepe Formento: Sí, pero el futbolista está más cogido...

BALCEI: Y en el caso de Ayala, ¿no pensáis que la prensa nacional se ha ensañado de manera especial con él?
Juan Señor:
Eso depende de los medios de comunicación. Por ejemplo, podemos hablar del caso Cani. O de Ayala: ¿dónde está el culpable? Pues depende de lo que digan los medios, de cómo se diga, parece que eres el bueno o el malo de la película.

BALCEI: ¿Puede dar la sensación de que el Zaragoza está fichando nombres pero el equipo no acabe bien construido?
Juan Señor:
Ha habido épocas en que los grandes equipos han fichado jugadores sin nombre y han funcionado muy bien o al revés, han fichado nombres y la cosa no ha marchado. En el caso del Zaragoza, y siempre tirando de prudencia, aparentemente se están haciendo las cosas con coherencia. Luego veremos a ver, porque fichar a Ayala puede parecer bien pero, por otra parte, a partir de los 30 años la velocidad hay que cuidarla mucho porque se va perdiendo un poquito...Pero, claro, si fichas a Pavón, un hombre con experiencia internacional y al mismo tiempo joven, pues ya parece que tienes el relevo. Además, está Sergio Fernández, que ha cumplido, y muy bien, la temporada pasada. A partir de ahí, tenemos que verles funcionar.

BALCEI: Paco, ¿y el Barcelona? Porque estando tú aquí, tenemos que hablar del Barça.
Paco Romea:
Yo creo que, como ha dicho Juan, el Barcelona ha regalado la Liga...¡Bueno! Regalado entre comillas, porque no hay que quitarle ningún mérito al Madrid, pero sinceramente creo que el Barcelona está firmando bien. Es coherente, porque el entrenador me parece una persona muy sensata, muy responsable, muy manejador del vestuario, por mucho que la prensa diga lo que diga. Él ha sido jugador y sabe cómo manejar el vestuario. Luego ya está en acertar, porque con el mismo trabajo pega en el palo o entra dentro, has trabajado muy bien, y si sale fuera no has trabajado bien. Quizás alguien me lo rebata, pero haber sido jugador es una experiencia que tienes que aprovechar en un vestuario, con todos mis respetos para quien no lo ha sido.

BALCEI: ¿Es un hándicap para, por ejemplo, Víctor Fernández, no haber sido un jugador de primer nivel, como vosotros, en su trabajo como entrenador?
Juan Señor:
No, no es un hándicap, pero no cuenta con esa ventaja. Por otro lado cuenta con la ventaja de ser un hombre estudioso...Yo creo que si un entrenador es inteligente tiene que rodearse de gente que le aporte y me imagino que Víctor Fernández tendrá bien medido gente a su lado que le aporte muchas cosas como yo con Paco Romea, que ha venido conmigo a los proyectos de Salamanca y Mérida y yo salí muy contento del rendimiento que dimos tres personas en las diferentes parcelas: dos de ellas conocedoras del fútbol a nivel de vestuario, con experiencia, y otra persona estudiosa. Y yo sí veo que Víctor Fernández tiene esa desventaja, porque no es fácil llevar un vestuario. Cada futbolista es una historia: a unos los motivas de una manera, a otros de otra, a otros dejarlos tranquilos, a otros leerles la cartilla, a otros decirles “¡adelante!”, con otro te tienes que ir a comer con él para hablar tranquilamente de un problema que surge y que hay que solucionar. Por eso, cuando tú has vivido todas esas sensaciones es fácil que aciertes con quién te tienes que ir a comer, con quién tienes que hablar, a quién le tienes que dar el pescozón o a quien, simplemente, lo dejas de lado. Seguramente, será difícil que Víctor, por muchos años que esté en el fútbol, sepa diferenciar eso, que no quiere decir que no pueda ser un buen entrenador o mejor entrenador que el que ha practicado.

BALCEI: ¿Y el llamado “modelo británico”: entrenadores de largo recorrido, proyectos largos...?
Juan Señor:
A mí me gusta mucho. Lo que pasa es que en España faltan años. Yo, ahora mismo, para ejercer de entrenador, para vivir lo que es el fútbol tal y como lo siento donde estaría mejor sería en Inglaterra. Simplemente porque puedes trabajar con una cierta previsión de tiempo, un planificación coherente. Nosotros no lo hemos hecho, pero lo hemos pensado muchas veces. Hay muchos entrenadores que preparan a sus equipos para que estén casi al cien por cien en el primer partido de liga por un simple motivo: porque si consigues resultados, no te echan. Luego esos equipos es difícil que aguanten hasta el final, porque necesitan una base física, un trabajo aeróbico y normalmente es que a principios de temporada llegues a un 60 ó 70 % y luego vayas subiendo. Pero por la cultura que hay en nuestro país algunos entrenadores han hecho que esos equipos empiecen como motos pero luego no tienen aguante. Y la causa fundamental es que a ese entrenador lo único que le mantienen son los resultados.

BALCEI: Sin embargo parece que vamos hacia eso, ¿no? Tenemos los ejemplos de Rijkaard en el Barcelona o el propio Víctor, que firmó por cuatro años. ¿O nuestro carácter nos impide mantener una apuesta de esas características?
Paco Romea:
Yo lo que creo que está fallando es el fútbol base. En Inglaterra todo el entramado del club está trabajado desde abajo. Siempre he dicho, con todos mis respetos, que aquí en Alcorisa o en cualquier pueblecito, las personas que se dedican al fútbol base son dignas de homenaje, porque son las que marcan el campo, ponen la red, invitan a coca-cola al chico, pero esas personas no tienen una base y no les pueden aportar nada. A nivel de entrenador nacional (y yo tengo el título) yo no le voy a decir a Eto’o o a Ronaldinho cómo lanzar una falta pero a un chaval del Stadium, del Alcorisa, del Ejea, cómo hacer un control. Para mí, el organigrama de un club inglés es casi perfecto, porque está muy bien trabajado desde la base y eso lo pagan. Y al final salen. En España hay algunos equipos, como el Madrid, el Barcelona, el Athletic, Osasuna, Villarreal, que están trabajando el fútbol base y creo que es la fórmula más adecuada.

BALCEI: Por eso para nosotros, en Alcorisa, tiene tanto valor el Campus “Juan Señor”, por su componente educativo, además, por supuesto, de su componente deportivo y futbolístico.
Juan Señor:
Aquí hay muchas experiencias que a muchos de los chicos les ayuda. Nosotros recibimos a muchos chicos que, por primera vez, salen a una actividad de este tipo. Parece que nos hayamos especializado, pero consideramos que esta primera vez les ayuda desde el punto de vista afectivo, de madurez y nos gusta que un chaval sea capaz de pasar esa prueba.

BALCEI: Tenemos que hablar de la afición, sobre todo estando aquí Pepe. Cuando uno está en el césped, ¿es verdad que la afición es el cuerpo y el alma del esfuerzo?
Juan Señor:
Son importanísimos. Yo no me puedo quejar, aunque también es verdad que yo también me he entregado. Ahora bien, yo jamás había visto el apoyo que ha habido estos años, ni comparación.

BALCEI: ¿Ni siquiera el día de la Roma?
Juan Señor:
¡Hombre! Ese es un día especial. Yo hablo del día a día. Esto es una maravilla. Incluso yendo mal, incluso estando en Segunda, ahí está la afición. Esa es la que empuja, esa es la que siente de verdad y a mí lo único que me duele es que a veces se le engaña, se le prometen cosas y yo creo que el Zaragoza tendría que hacer mucho más. ¡Si es un amor incondicional! Hay que tratar a los aficionados con cariño, hay que facilitarles las cosas, que sé que en algunos casos lo han hecho, pero no hay una coordinación excesiva. Tendrían que cuidarlos como oro en paño.

BALCEI: No nos sentimos especialmente maltratados, pero sí nos apatece un poco más de cercanía.
Pepe Formento:
Pero porque nosotros también hemos ofrecido mucho. En Zaragoza nos tienen estima pero es que nosotros siempre hemos ofrecido antes de pedir y a la larga eso es favorable. Nosotros nos consideramos una de las peñas mejor tratadas pero también trabajamos mucho y nos esforzamos. Y lo hacemos por el Zaragoza. Y también influye cómo es Alcorisa, sus asociaciones, la forma de actuar...

BALCEI: A mí me duele un poco cuando se habla del Zaragoza como del equipo de la ciudad y se olvidan que también es el equipo de Aragón, de todos y cada uno de sus pueblos y eso se cuida mucho más en otros equipos: el Barça, el Madrid, el Valencia, el Athletic...
Paco Romea:
Cuando yo estaba en el Barça los jugadores que menos jugábamos teníamos casi cada semana un partido en alguna localidad que nos servía para acercarnos a la afición y al mismo tiempo como entrenamiento.
Pepe Formento: Pues yo creo que el partido de las peñas va a desaparecer. Ya el año pasado hubo problemas y nos da mala espina.

BALCEI: En cualquier caso eso habría que pelearlo, ¿no? Hay que valorar ese tipo de actos de acercamiento. Con gente como vosotros seguro que se puede conseguir. Y quede constancia que mejor noticia aún que fichar a Ayala es teneros en Alcorisa a todos vosotros. ¿Un mensaje para el zaragocismo alcorisano?
Juan Señor:
Quiero dar las gracias al zaragocismo y a todos los alcorisanos por el trato recibido y quiero animarles para que sigan trabajando, porque el que no se mueve no consigue cosas y la Peña Zaragocista es un ejemplo. Con este trato no podemos sino constatar la predisposición de la gente de Alcorisa que la hemos notado y que agradecemos de verdad.
Paco Romea: Sí, también quiero agradecer el trato recibido y comprometernos a corresponder como se merece.

BALECI: ¿Y Pepe, que, a su pesar, tiene nombre de central madridista?
Pepe Formento:
Pues que el año que viene otra vez arriba y que no hay que bajar el pistón.

Juan Antonio Pérez-Bello
BALCEI

Que eso no se dice (I)

Primera entrega de esta pequeña Cruzada contra el mal uso del lenguaje por parte de los periodistas deportivos, sobre todo los locutores de radio y televisión.
No, no se dice "El delantero la pega con fuerza". La pelota no puede ser pegada, no con el sentido que se pretende en esta ocasión; en todo caso puede ser "golpeada".
Así pues, lo correcto es decir: "El delantero la golpea con fuerza".

jueves, 25 de octubre de 2007

Aimar, el derroche del sol

(por Juan Antonio Pérez-Bello)

"Es más: sé que hay compañeros que están muy bien". Esto lo ha dicho Aimar en la rueda de prensa que hoy ha ofrecido ante los medios de comunicación. He aquí esa bendita puerta abierta que deberán cruzar nuestros monjes-soldados (luego explicaré este arrebato místico-guerrero*) para presentarles batalla a los gladiadores amarillos el próximo domingo. Sus palabras han sido un esbelto regate a la solidaridad, una escueta vaselina al esfuerzo común, una transparente espuela al "vamos juntos, compañeros". Y eso, hoy, queridos, es una gota de ambrosía en medio de la ciénaga.

Pablo Aimar. Ha hecho más en dos minutos ante los micrófonos que todos nosotros juntos. Pablo ha sido capaz de cerrar las heridas expandidas por las conciencias desérticas que estos días han extendido sus miserias por nuestros callejones. Más que nosotros, que vosotros, que tú, que yo, a quienes el cielo no nos cobijó y la noche nos escondió cuando Javito reunió en un solo rayo a Ares, Odín y Marte, dioses de la guerra ahítos de sangre y destrucción.

Aimar ha sido fuerte. Le ha mostrado al zaragocismo que la sabiduría puede estar enredada en sus rizos, rebeldes como el amor de un adolescente, y puede ofrecerse a quienes sufren, sufrimos, la desesperanza del miedo a morir otra vez, a caer por ese precipicio que nos arropó una vez a nuestro pesar. Le ha mostrado al zaragocismo el camino que debemos recorrer: la unión, la generosidad cuando se ofrece a quedarse sentado en el banco si eso ayuda a ganar, la nobleza al ponerle apellidos exactos a quienes están bárbaros, porque lo están haciendo muy bien y pueden ser los caballeros que derriben al jinete negro que llega del Mediterráneo.

Pablo, mi admiración. Pablo, así haces grande al Real Zaragoza. Nos haces grandes. Gracias.

*P.S.: Acabo de asistir a una conferencia que el Profesor y escritor José Luis Corral ha pronunciado sobre los Templarios. Después, me ha cabido el placer de entrevistarle para la revista BALCEI. Quizás ahí he bebido parte de la terminología aquí utilizada.

El Villarreal, ese huésped de porcelana (a mis amigos de la Peña Juan Señor, de Alcorisa)

(por Juan Antonio Pérez-Bello)

El domingo el Real Zaragoza se enfrenta al Villarreal. Si es verdad que el fútbol es un estado de ánimo, la tal afirmación no debe ser el árbol que esconda el bosque. Los últimos días han sido como rabiosos puñetazos en el costado sangrante del soldado herido. Herido, no muerto. Este equipo, lo que representa, lo que significa es más que un grupo de futbolistas (más o menos acertados, más o menos cumplidores) guiado por un entrenador (más o menos acertado, más o menos aceptado) y gobernado por un Presidente (más o menos conveniente, más o menos convincente). Este club, el Real Zaragoza, es la historia de nuestras vidas, como lo es aquella canción que bailamos aquel verano o aquel beso que gozamos por primera vez. Por eso, escribiré tan claro como sé.

Me apetece proponer que lo que precisan nuestros jugadores, nuestro cuerpo técnico, nuestros dirigentes es comprender que su trabajo es algo más que un juego. Que de su sabiduría, su entrega, su esfuerzo, su acierto y su compromiso dependen que la ilusión prenda en los corazones de sus seguidores; que la ciudad, nuestro Aragón, palpiten felices o se enmarañen en la decepción y la tristeza y que el nombre de nuestra memoria reciba el reconocimiento que merecen las gestas de nuestros héroes. Dicho lo cual, propongo.

"Los miembros de la primera plantilla del Real Zaragoza, sus responsables deportivos y los propios dirigentes deben visitar la exposición "Los años magníficos" a puerta cerrada, sin otros visitantes, y degustar con interés y aplicación todos y cada uno de los stands de la misma. El fin es que se empapen de lo que el Real Zaragoza ha significado, significa y tiene que significar para todos nosotros y, por ende, para todos ellos. Será una visita didáctica, pausada, vivida con devoción y sentida en lo más profundo de su ser. Contemplarán el gol de Nayim, visionarán películas antiguas, leerán portadas de periódicos, recitarán de memoria todas y cada una de las alineaciones históricas de nuestro Real Zaragoza, venerarán cada uno de los trofeos que adornan nuestros recuerdos. Que no son ni muchos ni pocos: sencillamente, son nuestras conquistas. Por último, una vez finalizada la visita, los componentes de la plantilla, los técnicos y los dirigentes deberán sentir en sus corazones el rugido de un león blanco y azul que, desde el túnel del tiempo, les empuja al futuro, les recuerda de quién y de qué son herederos y les dice, con la rabia que concede la fuerza de nuestra gente, que el domingo hay que ganar y que los dioses sólo conceden las mieles de la victoria a quien desgarra cada gramo de césped con sudor generoso. Si así no fuere, si alguno de ellos no sintiera nada de eso, su honor y su dignidad les pedirán abandonar nuestra casa, pues no serán dignos de habitar en ella".

Esta idea nace de un sueño, en el que vi cómo todos los jugadores del Real Zaragoza eran capaces de levantarse por sí mismos y por todos nosotros y lograban, con sus mentones de acero, darle la vuelta a esta noche prolongada que se ha instalado entre nosotros y deja clavadas sus uñas en cada intento que dibujamos para recuperar la paz. Y sólo un grito limpiará las heridas: ¡A ganar!

martes, 23 de octubre de 2007

D'Alessandro, ese duende irreverente


(por Juan Antonio Pérez-Bello)

Las frases se suceden, las peticiones de pena de muerte cubren el cielo y los Sans Culottes pretenden tomar la Bastilla. No he estado en el entrenamiento (nunca estoy: trabajo y vivo lejos de Zaragoza) y no conozco las circunstancias ni los hechos, pero de algo sí estoy seguro y voy a expresarme en estos términos porque conozco el paño. Lo que ha sucedido, tenga razón quien la tenga, que es algo que no cuestiono, es gravísimo y dice mucho (bueno, en realidad muy poco) del jugador.

Ha despreciado a su superior, ha mostrado una falta de respeto absoluta hacia los demás miembros del grupo, pretende lograr sus objetivos a base de comportamientos más propios de un joven pendenciero que de un sportman que, a mi modo de ver, tiene que ser modelo y ejemplo para los niños y los jóvenes. Y por último: muestra sus argumentos (que yo, sinceramente, aún no conozco, pues no los ha explicado de una manera educada y razonada) haciendo uso de instrumentos que debemos alejar de nuestra convivencia: bronca, insultos, amenazas, palabras gruesas y conductas irrespetuosas (son varias las ocasiones en el año y pocos meses que lleva entre nosotros en que nos ha mostrado su elaborado repertorio).

Mi trabajo y mi vida me llevan a alejarme de deportistas como D'Alessandro. Si tiene razón o razones (que no lo descarto, que conste) no son ni modos ni maneras y a quien más perjudica es al Real Zaragoza. Que por cierto, también somos nosotros. No nos haces falta así, Andrés. No es això, compañero.