Ayer escribíamos sobre la dificultad que supone sentir los colores de un equipo de fútbol que no sea el Real Madrid si vives en Madrid. Ausencia, ignorancia y, en ocasiones, desprecio son los saludos que un seguidor no madridista recibe de los medios de comunicación y eso, amigo, debe doler. Pero hoy toca hablar de dinero. Así lo anunciábamos y así lo haremos.
He tenido ocasión de visitar las obras que la Mutua Madrileña está realizando en los terrenos de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid. Se trata de cuatro magníficas torres de cincuenta alturas, ejemplo de diseño y modernidad cuya futura explotación justifican, por sí mismas, cualquier recalificación de cualquier terreno.
Hay que recordar que el entonces alcalde de Madrid, Álvarez del Manzano, modificó la calificación de esos terrenos lo que supuso una inyección económica al Real Madrid de más de 60.000 millones de pesetas. Con ese dinero inició el club blanco su resurrección, pues en ese momento su deduda era absolutamente asumible por medios propios. Otros equipos han seguido caminos paralelos: el Valencia, con la recalificación de los terrenos del Luis Casanova, lo que le permitió antes de ayer iniciar las obras de construcción del Nuevo Mestalla; el propio Atlético de Madrid, que acaba de presentar su nuevo estadio que será construido con la colaboración del ayuntamiento de Madrid, previo uso del mismo como Estadio Olímpico, o el Athletic de Bilbao y Español, que están en el mismo camino.
Ninguno de ellos, por lo que aquí se escribe, camina solo. Cuentan con poderosos apoyos institucionales, las decisiones de los poderes públicos favorecen su crecimiento y la sociedad, en general, aplaude este tipo de propuestas. Bien es cierto que todos y cada uno de estos proyectos han encontrado contestación en el tejido social, pero labor de los responsables es limar asperezas y encontrar puntos de acuerdo, pues una cosa es cierta: los clubs de fútbol son, en todos los casos, cuerpos sociales de honda significación y merece la pena apostar por ellos. Otra cosa será el perfil que cada uno de ellos adquiera y la voluntad que manifiesten para ser no sólo clubs de fútbol sino, también, agentes sociales solidarios y fértiles.
El Real Zaragoza está dando pasos acertados. Lo está haciendo en el plano deportivo (fichajes, conformación de una plantilla atractiva y esperanzadora...) y también en el social. Los últimos acuerdos alcanzados con empresas audiovisuales, la puesta en marcha de la Fundación, la creación de los Centros de Tecnificación, el acercamiento efectivo a todo Aragón y otras decisiones que están en la mente de todos hablan de un crecimiento como club pero, sobre todo, como entidad de calibre social en nuestra tierra. Y en todo momento hay una certeza compartida y que aquí reflejamos: nada podría ser realidad sin la ayuda de todos.
P.S.: Tengo enormes deseos de ver el vídeo de la Nueva Romareda. De momento, sólo tenemos esto.
Juan Antonio Pérez-Bello
Como bien dices en tu titular, "con ayuda de todos" conseguiermos hacer un club mas "grande".
ResponderEliminarFelicidades Juan por tus artículos.
Un Saludo
Jose y Nusa
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