(por Juan Antonio Pérez-Bello)
Cuando uno va al fútbol y juega un equipo como el Real Zaragoza, el partido no se ve: se contempla. Porque las jugadas que logra trenzar, las que se adivinan, las que podrían ser o las que acaban siendo forman parte de un universo en el que sólo pueden habitar los capaces de crear, construir y elaborar.
El Real Zaragoza acudía ayer a "La Catedral" alabado por los aficionados bilbaínos, considerado por la prensa vizcaína y respetado por los jugadores y entrenador atléticos. A nadie le cabe duda de la potencia futbolística de nuestro equipo y por eso Caparrós preparó a sus leones para una batalla sangrienta y dura, en la que el desaliento no debía siquiera ser imaginado. Las garras de los futbolistas rojiblancos no daban abasto desde el primer momento para destrozar cualquier señal de arte que asomase por cualquiera de las esquinas del estadio y ese camino parecía que debían recorrer los nuestros. Sin embargo, en ocasiones una falta bien sacada cambia el recorrido de las estrellas y los cometas y eso es lo que sucedió cuando Susaeta describió una mágica parábola y marcó el primer gol. Alegría y cierta sorpresa en los bilbaínos; desconcierto y cierto estupor en los aragoneses.
Sin embargo, ese momento fue el elegido por el Real Zaragoza para desperezarse (¡ay, esos somnolientos minutos iniciales!) y comenzar a trazar líneas infinitas y senderos inalcanzables para los contrarios, que únicamente a base de faltas e interrupciones eran capaces de afrontar el nuevo status quo. Así llegó el gol del empate, tras una melodiosa jugada en la que dos toques musicales sirvieron y fueron suficientes para propiciar que Diegol anotase.
El empate fue la señal. El Zaragoza durmió el partido y siguió elaborando su partitura, con momentos de creación bien medida y esfuerzo correctamente aplicado. Aquello ya empezaba a sonar bien. Algunos músicos aún precisan de ensayo y estudio: no negaremos las carencias de Ayala, las ausencias de Diogo y los esporádicos despistes de Sergio Fernández, pero de ahí hacia adelante se descubren nuevos horizontes. Faltó, es cierto, una más sugerente ira en la actuación, una más decidida intención de acabar con el contrario, un más determinante deseo de golpear al adversario. No sé, pero podríamos decir que los ojos de nuestros guerreros no están suficientemente inyectados en sangre, si bien estamos en total acuerdo con las palabras de Víctor: este equipo me deja unas sensaciones muy positivas. Se adivinan pinceladas aún no inventadas, compases aún no compuestos y párrafos aún no escritos, pero es cierto que cada día el aroma a victoria, gloria y triunfo se siente más cercano. Bonita prueba de fuego marrón y trueno casi olímpico la que pasaremos juntos el próximo jueves en Salónica. Por si acaso, pongamos nuestras mujeres a salvo: Zeus es insaciable.
Estoy muy de acuerdo co lo que dices. El Zaragoza es un equipo que, ahora mismo, promete más de lo que ha dao, pero también pienso que en el momento en que explote, va a enamorar. Coincido también con Víctor Fernández: el Zaragoza transmite sensación de equipo grande.
ResponderEliminarHum...por el momento, si que parece un equipo que va a despegar.
ResponderEliminarEn todo caso, ese despegue se debe producir cuantos antes, o se corre el riesgo de verse con pocos puntos y en la tentación de tirar por un camino mas resultadista. Antes de verme despellajado (metaforicamente) por imaginar una deriva resultadista en Victor, señalar que solo la escasez de puntos es la madre de los desastres en el estilo de juego. Y lo dice un colchonero, que ha pasado del contrataque de toda la vida, al rombo de Antic y al...estooo...al...ejem...a lo que juegue mi Atlético ahora.
En el uno a uno, se comenta por ahi el excesivo ardor de Ayala y Gabi. Por otro lado, Olivera parece estar aun con el estado de forma del Milan....
En cuanto al Aris, un equipo curioso, con muchisimos jugadores españoles (de segunda o tercera fila, cierto es). Destacan Jonan, exjugador de Athletic de Bilbao, interior izquierdo que acabó en el Castellón el año, pero que fue despedido por su bajo rendimiento.
En punto, dos conocidos: Koke, esjugador del Málaga, que despues de una desión al Olympique de Marsella, intenta hacer algo con su vida. Y Felipe, delantero del Barcelona B.
Como mucho, será peligroso el mediapunta boliviano Ronald García. Pero no parecen suficientes argumentos para incomodar al Zaragoza.
Además, el Aris empató su primer partido en casa contra un equipo mas flojo, el Panionios.