A veces no es sencillo encontrar la palabra justa, el párrafo adquirido, la imagen necesaria. Hoy, seguro, es uno de esos días. El sol de tu mirada nos acompaña erguido sobre nuestra ansiedad pero fornido en su aliento, y ese cielo azul que cobija nuestros temores no puede ser mal compañero. El Real Zaragoza se juega la vida, nos jugamos la vida, y no nos es posible más sufrimiento, no nos merecemos esta miseria acampada ante las murallas de una afición, la nuestra, acorralada por los malos augurios casa. No te necesitamos, tristeza; ya nos has hecho demasiado daño.
Nuestros jugadores deben estar a estas horas (faltan apenas 60 minutos para que el choque comience) abrumados por el afecto recibido y encogidos por esa desconfianza que se tienen, pero no queda más remedio que pretar bien el alma, morder la tarde que se abre ante todos y romper la porteria del enemigo crecido, ese Betis que parece resurgir ante los grandes. Y nosotros somos grandes.
Hace trece años, tal día como hoy, La Romareda vivía una de esas noches mágicas que conforman nuestra Historia, en ese partido ante el Chelsea al que hago referencia en este mismo blog. Ojalá ese espíritu reviva esta tarde y los gritos de Aguado y Esnaider, goleadores aquella noche, retumben en los corazones encogidos y estiren nuestra esperanza.
Nuestros jugadores deben estar a estas horas (faltan apenas 60 minutos para que el choque comience) abrumados por el afecto recibido y encogidos por esa desconfianza que se tienen, pero no queda más remedio que pretar bien el alma, morder la tarde que se abre ante todos y romper la porteria del enemigo crecido, ese Betis que parece resurgir ante los grandes. Y nosotros somos grandes.
Hace trece años, tal día como hoy, La Romareda vivía una de esas noches mágicas que conforman nuestra Historia, en ese partido ante el Chelsea al que hago referencia en este mismo blog. Ojalá ese espíritu reviva esta tarde y los gritos de Aguado y Esnaider, goleadores aquella noche, retumben en los corazones encogidos y estiren nuestra esperanza.
Hace algunas semanas, con motivo de la visita a Villarreal, escribí un artículo que titulé "La afición del Real Zaragoza, un ejemplo de lealtad y amor sin reservas". De ese artículo rescato el siguiente párrafo, que sirve para enviar mi abrazo más cálido al escudo que quema en nuestros pechos y el aplauso sincero a esta victoria que ya asoma por la esquina del deseo. Sea.
"Los supporters zaragocistas no serán los más graciosos (medalla reservada "por decreto" a la afición del Cádiz o del Betis); no serán los más sufridos (medalla reservada "por decreto" a la afición del Atleti); no serán los más sabios (medalla reservada "por decreto" a la afición del Athletic); no serán los más numerosos (medalla reservada "por decreto" y negocio y necesidad política a las aficiones del "Madrí" y del Barça); no serán los más fogosos (medalla reservada "por decreto" a la afición del Valencia) ni serán los más más arrebatados (medalla reservada "por decretro" a la afición del Sevilla). Seguramente. Pero están demostrando ser la afición más leal, cálida, cercana y comprometida que "avispa" o "tomate" hubiera podido imaginar cuando allá en los albores de los años 30 sellaron con la sangre nacida en el Ebro y el aliento surgido del cierzo el compromiso de construir un club grande, digno de la ciudad y la tierra a la que representan. A ellos, a nosotros, quiero dedicar estas palabras, estos suspiros de esperanza que son las páginas de este blog, pues sólo con una hinchada como la del Real Zaragoza se puede respirar con orgullo el aire azul que nos da la vida."
...(Silencio)...
ResponderEliminar¡Puf, que mal esta esto!.
Mientras hay vida, hay esperanza, pero...
En fin, espero que el Barça haga un favor y gane al Recre. Si el Zaragoza gana al Getafe y al Recre (en casa), estaremos 3 puntos por encima del descenso.
Hay que confiar, al menos hasta el lunes que viene.