sábado, 22 de noviembre de 2008

La gigantesca pequeñez de la alegría


Comenzó la semana con tantas dudas como nieblas ocultan tus ojos, pero el paso de los días ha hecho que la mañana me parezca más secreta que fiel. Eso me gusta.

Hablé de miedo el pasado martes ("Encontremos la sílaba justa") y expliqué por qué había notado esa emoción en el universo blanquiazul , pero algo ha sucedido, quizás nada ha sucedido, que ha hecho que las palabras de Jorgelópez, Arizmendi y, sobre todo, Marcelino aporten otro aroma a nuestra alicaída respiración. Algo me dice, algo escucho parecido a la esperanza, a la alegría de afrontar el combate con la fortaleza que proporcionan los estandartes de la necesidad. El Real Zaragoza es hoy un equipo necesitado, pero es, por encima de todas las cosas, una institucioón necesitada. La entrevista de Pedro Hernández a Marcelino en "La Jornada" y la Asamblea de Accionistas han servido para poner el dedo, el puño y hasta el alma en la llaga amenazadora de un futuro que nos aterra si no se logra el ascenso. O el Ascenso, con mayúsculas. Por eso, prietas las filas, unión insuflada por un zaragocismo obligado...¡y a ganar!

Y ha sido una semana también muy bonita para quien esto escribe. La publicación el pasado jueves, 20 de Noviembre, en el Diario EQUIPO de un artículo al que llamé "La desventura de los vencidos" ha supuesto un motivo de sencilla alegría para mí y los míos, pues escribir me gusta, disfruto con ello y nada anhela más quien expresa sus cosas a través de las palabras que verlas impresas y si lo son en un medio tan querido para mí como EQUIPO, pues estupendo. Y añado a ello que me agrada imaginar que mis frases, mis ilusiones pueden ayudar, siquiera un poquico, a acortar la longitud del camino de regreso a casa. A Primera.
.

1 comentario:

  1. Y parece que el Zaragoza ha decidido acompañarte en este momento de alegría (y justo reconocimiento), ganando por un claro 3-0.

    Por fin parece que la cosa empieza a funcionar, portería incluida y abandonando la "Oliveiradependencia". Siempre es más facil caminar cuando son dos piernas las que nos sostienen...

    ResponderEliminar