(por Juan Antonio Pérez-Bello)
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Escuché la entrevista que Valeriano Jarné y Luis Rubio le hacían a Marcelino hace unos días en Radio Ebro. Fue una conversación en la que el entrenador del Real Zaragoza reflexionaba sobre la actualidad del equipo y ponía sobre la mesa unas cuantas ideas.
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En todo momento vi a un hombre confiado, contento y convencido. Valoró positivamente todo lo que se había hecho hasta el momento, lamentó la lesión de Uche, mostró su satisfacción por la más que probable llegada definitva de Lafita y acabó su discurso con una frase que, para mí, resume su estado de ánimo: "Tenemos un equipo majo".
Sabidas las dificultades, conocidos los errores, aplaudidos los aciertos, deberemos convenir que somos lo que somos y ahora es momento de mantener la cabeza erguida y el pulso firme. Reconozco que me cansa leer y escuchar tanta crítica y tanto desánimo, pero también comprendo que cada uno ve la feria según el cristal propio. Por eso, de momento prefiero mirar al partido del domingo y apostar decididamente por nuestros jugadores y su voluntad de vencer. Este partido sí es de nuestra Liga y por eso le doy toda la importancia que tiene.
El zaragocismo es un cuerpo maduro que contiene un espíritu inquieto. No sé de otras aficiones ni conozco bien otros entornos, pero creo que el nuestro tiene todavía demasiadas heridas sin cicatrizar que le hacen motrarse demasidao pesimista en muchos momentos. Hora será ya de aprender a manejarnos en ciertas circunstancias pues en ello nos va la vida.
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