Bien, pues ya estamos aquí. Y, ahora sí, para no prolongar nuestra ausencia tanto como estos días. Es cierto que todo tiene una razón y se puede explica por qué no he escrito nada en este mi querido blog, pero créeme si te digo, amable lector, que eso no es importante. Lo importante, sin duda, sin dudarlo, es nuestro Real Zaragoza y a él le debemos nuestros desvelos, nuestra emoción y nuestra pasión. Y a él le daremos todo.
Vivimos ya la antesala de un bonito partido de fútbol, el que enfrentará a nuestros muchachos con uno de los equipos más guapos, fuertes y vigorosos del Campeonato de Liga, el Sevilla, pero quiero decirle a mis lectores que confío mucho en el Real Zaragoza, en nuestros jugadores y en nuestro entrenador. Será un partido atractivo en el que se enfrentarán dos escuadras llamadas a decir muchas cosas a lo largo de los próximos meses y deseo que sus mensajes sean positivos y llenos de versos habituados a las espaldas poderosas, esas que son capaces de soportar la lágrima ajena y la sonrisa propia.
Creo que nuestro equipo es capaz de afrontar el partido del sábado con valentía y no me cabe ningun duda de que en el grupo hay un puñado de jóvenes futbolistas muy ilusionados, con muchas ganas de demostrar cosas, y que el equipo técnico se ha impuesto a sí mismo un desafío: hacer un gran papel en la Liga y en la Copa con este equipo. Ese desafío propio, ese reto personal y profesional, no me ha dicho nadie que exista pero a mí me da por pensar que es un buen argumento para creer que se van a dejar todo su saber y su esfuerzo en lograr éxitos y conseguir sus objetivos. Esa es mi esperanza.
Por lo demás, las sensaciones que nos dejó el equipo el día del partido frente al Tenerife fueron muy buenas. Eso lo ha reconocido todo el mundo y hay razones para pensar que van a mantener la tensión, el vigor y el deseo de vencer. Yo, desde luego, confío en ellos.
..
No hay comentarios:
Publicar un comentario