Vuelve el fútbol, vuelve la vida. Hoy se reanuda el Cameponato Nacional de Liga y lo hace con un emocionante partido en La Romareda entre el Real Zaragoza y el Racing de Santander. Marcelino se enfrenta al equipo, al club que lo tiene en sus altares pues con él alcanzó los mayores logros deportivos de su Historia. Y eso es para siempre.
Hay quien ha llamado a este partido "el de la tranquilidad". Y no le faltan motivos, pues una victoria hoy significaría mucho más que obtener tres puntos. significaría que estamos bien, que ganamos lo que tenemos lo que tenemos que ganar y que lo demás (visitas a Barcelona, a Valencia) es otra cosa y no importa si se pierde y celebraremos con champán una posible victoria. Hoy es el partido de mirarnos al espejo y decirnos qué majos somos y que esa chica que me gusta y le gusto me va a decir que sí. Hoy, a ganar.
Marcelino cuenta por primera vez en la temporada con más jugadores de los que necesita y eso es una buena noticia. Hay algún problema de salud con Pennant y Pulido y alguno más, pero no lo suficientemente graves como para ponerse nerviosos y, además, hoy puede volver a casa Lafita, el hijo pródigo que ha protagonizado la cuchufleta negociadora más estrambótica que nadie pudiera imaginar, impulsada, eso lo defiendo aquí y en Ponferrada, por ese presidente, por nombre Augusto, por apellido Lendoiro, al que se le han consentido tantísimas tonterías y al que ya es hora que se le indiquen dónde están los límites de la razón y la ley. Vuelve, pues, Angelito y aquí se espera mucho de él. Espero que nos lo dé.
¿Y los demás? Pues yo creo que bien. me da la sensación de estar ante un grupo bien organizado, que se quieren, que se respetan, que se sienten unidos y que, además, tienen suficiente calidad como para ganar el partido de hoy. Esa es mi sensación y espero ratificarla en unas horas, cuando el balón comience a rodar por el césped de La Raomreda mientras la música y el perfume de los Pilares arropa a nuestros muchachos. Será el mejor fin de fiesta.
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