domingo, 2 de mayo de 2010

Escribamos una patria (Deportivo, 0 - Real Zaragoza, 1)

Un partido de fútbol jugado en sábado, a las 6 de la tarde, al mismo tiempo que junto a ti se están jugando la vida otros siete equipos es una ejericicio de estrés extremo que servidor, por ejemplo, no estaba dispuesto a vivir. Y no lo viví…al completo. Porque recuerdo lo sucedido hace ahora justamente un año, cuando mi Real Zaragoza también se jugaba la vida en un apasionante encuentro frente al Tenerife, en un choque en el que despedimos al Gran Capitán Charly Cuartero y que finalizó empatado (1 – 1). Mi tensión arterial surió un ataque frontal que mi sistema empático trató de amortiguar y lo consiguió, pero la experiencia fue lo suficientemente significativa para no repetir riesgo. Y ayer no lo corrí. (leer +)
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