jueves, 10 de julio de 2008

El manantial de las voces rotas


He hablado esta mañana con mi presidente. La conversación ha sido breve y ha comenzado con un "esto está muy parao, ¿eh?", que es una frase que parece resumir las sensaciones que nos producen estos días. "Esto está muy parao" quiere decir que no hay noticias de fichajes o desfichajes, que el panorama no se aclara, que el horizonte aparece confuso. Bien, pues vayamos por partes.

Lo que nos está dejando estos días es que los representantes de los "cracks" (y permitidme una airosa sonrisa de media comisura, pues llamar "cracks" a estos que son los que no han tenido vergüenza torera para mantener el equipo en 1ª me parece un sarcasmo) están más que nerviosos porque sus protegidos no tienen una salida clara, sencilla y rápida. Bueno, una salida o una huida en toda la regla, pues causa cierto estupor y, sobre todo, indignación, santa o laica, escuchar las declaraciones de estos trabajadores del dinero fácil y la extorsión de cuello duro, decir que su representado seguro que "será tratado con el respeto que se merece", "seguro que encontramos una solución positiva para todos", "espero que la decisión que tomemos sea la mejor para todos" y otras frases que dejo a tu elección, estimado lector.

Todas estas frases vienen acompañadas de un perfume putrefacto y pestilente en el que quien siempre pierde es el Real Zaragoza y, sobre todo, su afición, el único sector del zaragocismo que sí, de verdad, nunca le pierde el respeto al club, siente sus colores, se emociona con su Historia, sueña con la gloria que hace tiempo nos abandonó y se va a beber el agua de barro que van a dejar en nuestros corazones los negros nubarrones de la Segunda División. Es, la afición, quien sí se merece todo y recibe muy poco; sí se merece todo y sufre todo; sí merece todo y todos toman su nombre en vano.

Este blog ha sido siempre un territorio en el que han crecido el buen gusto, la estética y el amor por el Real Zaragoza. Hemos escrito cada página con palabras fuertes como la esperanza y sólidas como el pasado que nos contempla. Por eso, y porque ya es hora de izar la bandera de la dignidad y del orgullo, vamos a defender en todos momento al Real Zaragoza, por encima de todo y de todos, y nada, ni la más cristalina de las lágrimas de cocodrilo que van a empezar a derramar estos soldados pusilánimes y vacíos de orgullo, podrá obligarnos a renunciar a lo que es nuestro derecho. Así pues, aquí no se va nadie que no queramos. Y si se han de ir, que lo hagan pagando un alto precio: en dinero y en vergüenza. Si Oliveira se quiere ir, que pague. Si Matuzalem se quiere ir, que pague. Si Diego se quiere ir, que pague. Si Sergio García se quiere ir, que pague. Si Aimar se quiere ir, que pague.

Los tiempos de los espíritus blandos se han terminado. Esto no es una ONG ni una fábrica de salarios inmerecidos (y recordemos que la palabra "salario" proviene del latín "sal"). Aquí no caben favores hacia ninguna estrella apagada por la soberbia del indolente. Escrito queda.

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