Lunes. Ha pasado un día desde la debacle del encuentro frente al Xerez. No hay respuestas, tan sólo el débil discurso de Gay que a nadie convence, aunque espero y deseo que a él sí, y esto no puede seguir así. O sí, como el chiste (“¡Miá que chorro!”), pero no es este el camino. Lo de ayer fue duro, durísimo, y aunque no queda otra que animar al equipo (Gay dixit) sí es verdad que la tristeza se ha instalado entre nosotros. (leer +)
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