sábado, 30 de enero de 2010

¿Sabe usted por dónde se va a la ciudad?

He podido comprobar qué largos son los días cuando se vive en el acantilado. Ver desde lo alto cómo la furia de las olas enemigas acometen nuestros débiles muros provoca vértigo, pero aún es más difícil vivir bajo el firmamento de la espera. (leer +)

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