miércoles, 25 de febrero de 2009

Miércoles, 25: Mis conversaciones con Don Matías.


- Buenas tardes, Don Matías.

- ¡Hombre! Buenas, joven. Ahora mismo estaba pensando en usted. ¡Qué!, ¿cómo van esos ánimos?

- Pues ahí andamos,más jorobados que otra cosa, para qué mentir. Y eso que conforme pasan los días parece que se ven las cosas de otra manera y ya vamos pensando en el sábado que viene.

- ¡Sí, hombre, sí! Si es lo que tiene el fútbol, que siempre, o casi siempre te da otra oportunidad. Lo peor es cuando acaba el partido, ¿verdad?., que uno lo ve todo negro, pero vamos, que luego uno acaba pensando que no es para tanto.

- Pero sí que es, ¿eh? que lo que estamos leyendo y oyendo estos días no es que sea para echar cohetes...

- ¡Hombre! A mí lo que me preocupa de verdad es el silencio del club. Ya se lo dije el otro día joven, que a mí me parece muy importante la presencia de los mandamases, que se note que están, que den sensación de controlar la situación o por lo menos que nos convenzan de que están trabajando por el club, que eso, aunque sólo sea de cara a la galería, es muy importante. Porque si no hablan parece que pasan de todo y eso nunca es bueno.

- Ya, eso mismo pienso yo. Porque deportivamente esto tiene solución, eso está claro. Sea con el mismo entrenador, sea cambiando jugadores, sea modificando la estrategia...en fin, que se pueden hacer cosas, pero si los jefes están desaparecidos eso no sirve más que para desorientar a la afición, y eso no puede ser. Un presidente tiene que ser alguien presente, nunca ausente, y este Bandrés y no digamos ya Agapito, se están distinguiendo por permitir que se viva con rumores, especulaciones, suposiciones...

- Pues eso mismo. Es que, además, es bueno para la masa social, pero también para el jugador y para el cuerpo técnico, porque si notan la presencia seguro que se motivan más, aunque ya se sabe que la motivación es algo interno, nunca extreno, y eso sí que es trabajo de Marcelino. Yo creo que ha errado la forma de tratar a estos jugadores, ya lo hablaba yo hace tiempo con unos amigos, que el tono de sus mensajes no era el más apropiado. Tanta tristeza, tanta melancolía, tantos mensajes en público...No sé, a mí me gusta más el estilo de exigir con alegría, de marcar los tiempos con más ilusión, con otro estar. No digo cantando jotas, pero sí utilizando más la alabanza que el reproche y eso es lo que parece, según he leído, que hizo ayer. Porque de algo sí estoy seguro.

- ¿De qué, Don Matías?

- Pues estoy seguro de que el problema del Real Zaragoza, de los jugadores, es psicológico y emocional y alguien tenía que trabajar eso. Pero no es de ahora, ¿eh?, que eso ya se hablaba el año pasado. Recuerdo, por cierto, un artículo que escribió usted en su blog la temporada pasada y hablaba de eso mismo.

- ¿Ah, sí?

- Sí, y me acuerdo hasta del título: "Este equipo puede salir de la crisis"


- ¡Ah, sí! Lo recuerdo. Y me parece que lo que escribí allí sigue teniendo mucha vigencia, porque hablaba de que podemos o alg así, ¿no?



- Sí, ya hacía usted uso de la frase que después se haría tan famosa, la que utilizó Barak Obama en su campaña electoral y que le serviría para alcanzar la Presidencia de los Estados Unidos. Pero, ¿sabe qué? Que creo que aún hay motivos para creer, ya lo verá. Eso sí, Agapito tiene que dar la cara y dejar de estar en la sombra. No es la mejor estrategia. Nunca lo es, pero en tiempos de crisis, mucho menos.


- Pues ojalá le oiga, Don Matías, ojalá le oiga. Bueno, hasta pronto y cuídese, que el zaragocismo le necesita.


- Y yo al zaragocismo, joven, y yo al zaragocismo.

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3 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

mu bueno lo del MAtías este y Agapito sal de la cuevaaaa!

Anónimo dijo...

mu bueno lo del MAtías este y Agapito sal de la cuevaaaa!