Ya es jueves. Apenas quedan cuarenta y ocho horas para que el Real Zaragoza se enfrente al Real Murcia, que es como decir que se va a enfrentar a su destino. Muchas veces a esto del fútbol se le aporta un sentido escatológico que sirve para convertir en drama lo que no es sino un divertimento. Quedan horas para ese encuentro, digo, y Marcelino ya ha dado su lista. Ha hecho unas declaraciones un poco raras en rueda de prensa, cuando el mensaje esperado era otro. Esperado por mí, quiero decir. No es momento de palabras extrañas ni discursos enrevesados. Aquí y ahora sólo sirve el discurso claro, contundente y decidido del "vamos a darlo todo, hemos trabajado muy bien durante la semana y lo de Elche sólo fue un mal sueño que no se va a repetir". Eso era lo esperado; no ha sido eso lo que hemos escuchado. Yo por lo menos. Y mientras tanto, los líderes sin decir esta boca es mía.
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