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Lentamente se mueve el cielo estos días. Son muchas las estrellas que se asoman a nuestro universo azul, pero de momento ninguna parece encontrar acomodo entre nosotros. Una de ellas, nacida en Colombia y crecida en Argentina, por nombre Falcao, ha decidido beber el vino portugués de Oporto antes que probar nuestros delicados caldos aragoneses, pero no importa, no debe importarnos. Quedan muchas etapas por recorrer y estoy seguro que la Dirección Deportiva, liderada por Antonio Prieto, será capaz de convencer a los soldados mejor dispuestos, a los atletas mejor esculpidos, a los estrategas más astutos para emprender el Viaje a Ítaca. Esa certeza me queda, pues hasta el momento no hay luz que nos guíe en medio de tanta niebla.
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