Hi, all! Escribo estas líneas en un recoveco vacacional que encuentro entre mi regreso de viaje y los preparativos del que emprendo en breves horas, y las escribo abrumado por el torrente informativo ue acompaña la actualidad zaragocista. No hay nada como alejarse de tu casa para dejar que los acontecimientos se precipiten o se caigan (o se estozolen, que dicen en mi pueblo) pero confesaré que una cierta calma me acompaña cuando compruebo que, por fin, el trabajo ha comenzado y la voz de Marcelino atruena los desacompasados ánimos de nuestros jugadores.
Se han producido varias noticias en los últimos días, pero la que quiero destacar tiene mucho que ver con la esencia de los corazones fortalecidos por la tragedia. El "caso Oliveira" se está manejando con seriedad, firmeza y ese puntito de fiereza empresarial que hace falta en ocasiones, y las decisiones que se están tomando dejan la sensación de que el Club va a poner encima de la mesa ante todo la necesidad de ser respetado, considerado y, si es preciso, obedecido. No son plato de gusto esas actuaciones extemporáneas y salidas de límite a que tan acostumbrados nos tienen algunos jugadores y, sobre todo, casi todos los representantes. Por eso me han gustado, según leo a toro pasado, las declaraciones de Marcelino al respecto y las palabras del máximo accionista relativas a lo mismo. Oliveira se irá o se quedará; Sergio García será bien vendido o mal comprado; Milito abandonará las hermosísimas riberas del Ebro o permanecerá a la vera del Pilar, pero si hay algo que me agrada es que en todos nosotros queda la certeza de que es posible que alguno de ellos vista la camiseta blanquilla la próxima temporada. Y eso es importante.
Por lo demás, leo las crónicas periodísticas sobre el trabajo de los muchachos y veo que el entrenador despierta admiración y respeto en todos los medios, y eso también es novedad. Su fifura está creciendo por momentos y lo hace sobre argumentos sólidos y razones deportivas (ni mediáticas ni de merchandising), lo que supone un motivo para la tranquilidad. ¡Pero si hasta se está empezando a reivindicar la figura de Pavón!
En fin, que entre viaje y viaje quería dejar estos dos apuntes y manifestar mi fe en el Real Zaragoza, en el zaragocismo y en nosotros mismos. A mi regreso despertaré a mis musas, a las que de momento permito que duerman el sueño azul que nos mece.
P.S.: Me gusta mucho el fichaje de Hidalgo, me deslumbran los regates de Coentro que he visto en Youtube y sigo apostando fuerte por la vuelta de Lafita.