Hi, all! Acabo de regresar de un viaje que ha durado exactamente diez días y debo confesar (y confieso) que desde mi ventana se ven las nubes un poquito más grises que cuando me fui. He podido escuchar algunas cosas, escuchar otras y casi no he visto nada, pues una densa marea roja ha impedido que llegaran hasta mí otros versos que no fuesen el delicado "¡A por ellos, oééé!", el obamiano "¡Podemos!", que por cierto ya utilicé en mi blog hace algunos ameses y no nos sirvió "pa ná", o el incomensurable "¡Y viva España!".
Sin embargo, en medio de la sucia neblina que empaña nuestro futuro, algunos datos me animan a reflexionar y expresar lo que pienso. Y a ello voy.
En primer lugar, y como punto de partida irrenunciable e innegociable, creo que tenemos que elevar la mirada del equipo de nuestros sueños. Vamos a vivir semanas muy complicadas, pues complicada es la vida que nos hemos encontrado en el camino, pero no favorecemos nuestro futuro si nos dejamos llevar por el pesimismo y el miedo. El miedo, amigos, es el más infiel de los compañeros y la peor pesadilla que podemos sufrir, así que debemos evitar acomodarnos en los rumores, las noticias sin contrastar o las informaciones a medio camino.
Deseo con todas mis fuerzas que el club comience a marcar los tiempos, por lo que le pido una mayor presencia en los medios de comunicación aragoneses, por propia iniciativa y no porque se lo exijan los acontecimientos. Debe liderar la vida del zaragocismo, debe salir del claroscuro en el que se ha instalado, debe poner voz y cara a las decisiones que se tomen.
Sé que es tiempo también de discreción, de prudencia en las decisiones y silencios compartidos aunque a veces no se deseen. Los fichajes y desfichajes van a marcar la agenda del club los próximos días, pero eso les pasa a todos los equipos y, sin embargo, no todos optan por el secretismo que da argumentos al enemigo (de denrtro y de fuera, que de todo hay). Por eso, creo que esa discreción no está discutida con poner en claro su estrategia, su filosofía. El Real Zaragoza debe ser claro y transparente y el zaragocismo se merece un acercamiento y que sus dirigentes den muestras claras de lealtad y fidelidad hacia la afición. Sí, sí, estoy pidiendo que el club sea fiel y leal con la afición, pues lo contrario (fidelidad y lealtad de la afición hacia el Real Zaragoza) está más que demostrada.
Por último: el Real Zaragoza debe mostrar alma. Es decir: un poquito más de salero a la hora de actuar. Y me refiero a temas como la información (paupérrima) y la imagen que el club ofrece a través de su web. Uuuf! Si os dáis una vuelta por cualquier web de cualquier club inglés o argentino o italiano o alemán...Y quiero poner especial énfasis en este aspecto, pues me muevo en un mundo en el que la información es una pieza clave en el vivir y discurrir de los días, y esa batalla no la puede perder el Real Zaragoza. Bueno, ni esa ni ninguna de las que se avecinan, así que apretémonos la armadura y construyamos un ejército sólido y fornido, que falta nos hará. ¡A trabajar, que ya es llegada la hora de los soles verticales y las lágrimas de barro!
Deseo con todas mis fuerzas que el club comience a marcar los tiempos, por lo que le pido una mayor presencia en los medios de comunicación aragoneses, por propia iniciativa y no porque se lo exijan los acontecimientos. Debe liderar la vida del zaragocismo, debe salir del claroscuro en el que se ha instalado, debe poner voz y cara a las decisiones que se tomen.
Sé que es tiempo también de discreción, de prudencia en las decisiones y silencios compartidos aunque a veces no se deseen. Los fichajes y desfichajes van a marcar la agenda del club los próximos días, pero eso les pasa a todos los equipos y, sin embargo, no todos optan por el secretismo que da argumentos al enemigo (de denrtro y de fuera, que de todo hay). Por eso, creo que esa discreción no está discutida con poner en claro su estrategia, su filosofía. El Real Zaragoza debe ser claro y transparente y el zaragocismo se merece un acercamiento y que sus dirigentes den muestras claras de lealtad y fidelidad hacia la afición. Sí, sí, estoy pidiendo que el club sea fiel y leal con la afición, pues lo contrario (fidelidad y lealtad de la afición hacia el Real Zaragoza) está más que demostrada.
Por último: el Real Zaragoza debe mostrar alma. Es decir: un poquito más de salero a la hora de actuar. Y me refiero a temas como la información (paupérrima) y la imagen que el club ofrece a través de su web. Uuuf! Si os dáis una vuelta por cualquier web de cualquier club inglés o argentino o italiano o alemán...Y quiero poner especial énfasis en este aspecto, pues me muevo en un mundo en el que la información es una pieza clave en el vivir y discurrir de los días, y esa batalla no la puede perder el Real Zaragoza. Bueno, ni esa ni ninguna de las que se avecinan, así que apretémonos la armadura y construyamos un ejército sólido y fornido, que falta nos hará. ¡A trabajar, que ya es llegada la hora de los soles verticales y las lágrimas de barro!
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