Bueno, pues ya estamos donde no queríamos pero sabíamos que íbamos a estar: a cuatro días del comienzo de la temporada y con la plantilla aún por definir. No queríamos porque no es el mejor de los escenarios (dudas, miedo, sospechas, ira e ilusión son algunos de los sentimientos que se acomodan en la grada de la Romareda), pero todos sabíamos, Marcelino el primero, que esto iba a ocurrir. Quedan cien horas para dar empezar este largo y tortuoso camino y todavía hay alguna operaciones por cerrar: Milito, Sergio, Nilmar, Pablo López, el portero que no llega...son algunas de las incógnitas que sobrevuelan nuestras cabezas, apesadumbradas y débiles, y no será hasta poco antes de darle al primera patada al pelotón, o incluso después de la primera jornada, cuando todo esto se aclarará. Sin embargo...
Sin embargo, queridos, una cosa sí sé: Marcelino sabe lo que hace. Lo ha sabido siempre, porque un profesional sabe de su trabajo y este, además, lo ha demostrado. Luego están las circunstancias externas e internas, que te ayudan o te perjudican en tu tarea, pero eso ya lo iremos viendo día a día. Y esta certeza me da la confianza y la fe suficiente como para esperar lo mejor de este grupo, que es mi equipo, el de mis amores, el de mis emociones, el de mis días luminosos y mis noches más oscuras. Confío en los jugadores que se van a quedar, en aquellos hombres que lo van a dar todo por lograr el gol que nos proponemos (goal: objetivo): la victoria.
Hoy los periódicos abren con la posibilidad del fichaje de Milito y Sergio por parte del Valencia. Esto será así, al parecer, si Villa se va al Real Madrid, que tal y como están las cosas es bastante probable. Una operación a tres bandas que puede dar con los huesos de nuestros jugadores en el Mediterráneo y que posibilitaría la llegada de Nilmar. En fin, lo que es el fútbol, que casi nunca responde a la lógica mundana pero que provoca salvajes latidos en los aficionados de cualquier equipo. ¿Te imaginas, apreciado amigo, cómo debe estar la afición del Valencia? Uuuf! No van a caber en todo el Saler los ríos de tinta y los millones de megaherzios que está provocando semejante terremoto. O hablemos de Capel y el Sevilla, de Xavi y el Arsenal, de Riera y el Liverpool...En fin, que todo esto es ley de vida, y ni uno es muy malvado por vender ni el otro es un canalla por comprar. Y como dice mi admirado Pedro Luis Ferrer: en esto del fútbol, al final todos tenemos razón. Yo, que conste, no tengo ningún interés en tenerla: tan sólo deseo que el Real Zaragoza, mi equipo de siempre y por siempre, mueva nuestros corazones con la fuerza de los vendavales para volver a casa. A Primera.
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