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Hoy he visto un águila sobrevolando los campos del Bajo aragón. No soy muy amigo de las rapaces, aunque reconozco que me gusta su majestuosidad y su elegancia.
Y algo parecido me sucede con las sensaciones que me produce el partido de esta tarde. Sé que la elegancia de la propuesta canaria y el vigor que nos promete nuestro equipo son los condimentos apropiado para un choque eléctrico, apasionante, a galope tendido, de esos que merecerá la pena cobijar en nuestra memoria y en el disco duro de nuestro grabador.
La vuelta de Ewerthon es una extraordinaria noticia y el efecto metálico del esfuerzo de nuestros chicos son la mejor garantía para confiar en la victoria. Sé que el tenerife es un muy buen equipo, pero también sé que si yo fuera seguidor canario no las tendría todas conmigo. Enfrente tendrán a un equipo muy bien armadao, seguro de su esfuerzo y resolutivo. Y además, jugamos en la Romareda. Así, pues, empate a respeto, pero ventaja para quien juega en casa, y esos, amable lector, somo nosotros. Hoy la Blanca Dama tiene que ser el territorio en el que muera el sol de las Hespérides.
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