"Llegar al área y no poder patear al arco es como bailar con tu hermana". Dicen que lo dijo Maradona y a mí me apetece creérmelo. En esas quince palabras se resume (como en tantas otras, por cierto) la esencia del fútbol: llegar a las inmediaciones de la portería contraria y acertar con la fiereza del deseo para golpear el balón y decirle al mundo que ese gesto construye emociones en todo un pueblo, en toda una afición.
Ojalá nuestros guerreros se calcen el yelmo, ajusten la celosía y blandan su bruñida espada con el pulso sujeto a la Historia que les precede. Hoy es día de cielos acerados, mandíbulas de madera y gestos oblicuos ante el enemigo. Hoy, como contra Osasuna, como contra el Sevilla, como contra el Villarreal, las cornetas completarán el aire con sonidos enhiestos. Hoy sólo hay una arenga: ¡a ganar!. Sea.
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