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(por Juan Antonio Pérez-Bello)
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Llega el fin de semana y lo que en plena temporada es momento volcán en erupción en verano es atonía de la llanura.
En las últimas horas el Real Zaragoza ha protagonizado varios episodios de interés, como han sido la renovación de López Vallejo y, sobre todo, el fichaje de Pennant, Penninho en Inglatera. Sin embargo, considero de gran valor la entrevista que ayer concediera a Radio Zaragoza Antonio Prieto, Director Deportivo de la entidad.
En ella tuvo ocasión de completar un pormenorizado recorrido por la actualidad zaragocista y explicó los detalles de todas y cada de las operaciones en las que ahora mismo está trabajando el club. No es tema menor que afrontara con calmada firmeza todas y cada una de las cuestiones que le planteó el periodista Santiago Saez, pues no es fácil dar respuesta a ese tipo de preguntas cuando uno está negociando multitud de contrataciones y lo hace en un mundo, el del fútbol, volátil como la pluma de Forrest Gump. Sin embargo, Prieto, que luce gesto bardem y porte romano, aportó informaciones y datos que ayudan a comprender en qué punto se encuentra la entidad y nos proporcionan la calma necesaria para afrontar la temporada con ilusión y confianza.
Antonio Prieto me recordó a esas olas que golpean la costa con la suavidad de la Historia y la firmeza de la Naturaleza. Suave pero tenaz. Busca las palabras en los rincones de la razón pero sabe que quien le escucha, esa afición que ha sentido los arañazos de la miseria durante trece meses, merece algo más: merece afecto, atención, caricias. Y se las da. Busca las palabras pero encuentra el mensaje contiguo con el que acercarse al zaragocismo y decirle que estas naves, heridas en su orgullo pero fuertes en la tempestad, están dispuestas para la batalla, prestas al encuentro con su destino.
Hoy la mañana es un poco más ancha que ayer.
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1 comentario:
Que gusto leer esta apreciación sobre el nuevo Director Deportivo Antonio Prieto, estoy deacuerdo es un hombre que transmite seguridad, ideas claras, buen portavoz, don de gentes.
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