Sin duda Ander y Laguardia son dos jóvenes futbolistas que se merecen ser convocados por la Selección Española sub-2 y se merecen además, jugar y hacer historia. Y no sólo eso, sino que diré que siempre será un orgullo para un zaragocista como yo que uno de los nuestros defienda la camiseta de la Selección Aragonesa y de la Selección Española, pues eso querrá decir que entre nosotros están los mejores. Pero.
Porque hay un pero y bien grande. No es equitativa esta situación, porque Ander y Laguardia, ¡bendita juventud!, son muy jovencicos pero ya son importantes para nuestro Real Zaragoza, con lo que su ausencia se convierte en un grave perjuicio para el club al que defienden, mientras que en otros casos de jugadores convocados su ausencia apenas es relevante para los suyos. ¿Ha pensado alguien en crear mecanismos que equilibren esta balanza? ¿Estará cercano el día en que el deporte español aprenda de universos como, por ejempo, el estadounidense, donde cuestiones como estas ni se plantean porque ya están resueltas? Y no será porque ellos no sean patriotas y no mimen a sus selecciones nacionales...
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