Gracias, Herr Poschner. Lo que me hacía falta saber ya lo sé. He escuchado con atención sus palabras de ayer y, muy importante, he mirado con mucha atención sus gestos y debo decir que me ha aclarado usted mucho. Todo. El “body language” es clave a la hora de transmitir y diré que el lenguaje de su cuerpo es una carta abierta a la desesperanza, al hundimiento de un futuro que se anunciaba duro pero que ustedes han acabado por matar, al cese de un entrenador que, se mire como se mire, es de lo poco bueno que nos queda. (leer +)
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario