lunes, 15 de septiembre de 2008

Roto por dentro

El debate futbolístico en el seno del zaragocismo gana enteros. Llevamos cuatro partidos oficiales y algo se mueve. se mueve la necesidad de encontrar solución a los problemas del equipo, que son, a mi modo de ver, pocos aunque importantes. Se mueve que la Liga lo devora todo y no hay mejor bálsamo para evitar el dolor de cabeza que ver un pelotón rodando. Y se mueve que el zaragocismo ya está empezando a percibir quiénes tienen que ser los jugadores que nos lleven al Olimpo (a Primera). Así pues, por partes.

La primera aseveración nos lleva a destacar que este Zaragoza se rompe, se descose, se deshace por la retaguardia. O por mejor decir: encaja más goles que Malta en estado puro. Las ideas están sobre la mesa y los distintos sanedrines coinciden en un mismo argumento: en un equipo atacan y defienden todos. Esta idea, que parece indiscutible, a mí no me convence. Y no me convence porque el fútbol está hecho de grandes estrategias que se vienen abajo al menor contratiempo y de perqueños detalles con los que casi nadie cuenta pero que son los que dan o quitan puntos: un poste, un rechace, un resbalón, un penalty no pitado, un fuera de juego no señalado, un error no esperado, una expulsión, una lesión. Todas estas fruslerías ponen patas arriba o piernas abajo el mejor de los planteamientos y la estrategia mejor diseñada y es un aspecto en el que, recuerdo, Víctor Muñoz ponía muchos acentos. Siempre lo mencionaba en las ruedas de prensa y yo estoy completamente de acuerdo con él. Ejemplo: ¿Te acuerdas, amable lector, de aquel partido ante el FC Barcelona en la Romareda que comenzó con un autogol de Toledo que Falcón fue incapaz de evitar? Pues sí, ya podía haber estado el entrenador preparando el partido durante toda la semana y durante todo el año, que si en el minuto 2 te pones 0-1 por semejante tontería... Y de ello hablo, pues si nos fijamos en los cuatro últimos goles encajados por el Real Zaragoza observaremos que son debidos a errores garrafales o incosistencia de los hombres de atrás, ante cuya circunstancia muy poco puede hacer el delantero que, se supone, también forma parte del entramado defensivo. Y es que hay una cosa que se llama solvencia, recursos, capacidad para solucionar situaciones imprevistas. Y de eso, me temo, andamos muy escasos.
.
Segunda idea: por fin la Liga va cogiendo carrerilla y podemos dedicarnos a hablar de fútbol. Fútbol, jugadores, aciertos, jugadas, goles, alineaciones, errores, ese árbitro que nos ha machacado...Y es así como se construye un equipo. Cuanto menos hablemos del entorno, cuanto más nos apliquemos cada uno a nuestra faena, mucho mejor. Los jugadores a jugar y a ganar; el cuerpo técnico a entrenar y a ganar; la directiva a dirigir; la prensa a informar y el aficionado a apoyar, sufrir, exigir, gozar y palpitar. Que cada día tiene su afán.
.
Y tercera. Servido ya está empezando a ver la luz en medio de esa selva enmarañada en que se ha convertido la plantilla zaragocista estos últimos meses. Y esa luz me dice que tenemos un problema en la portería. López Vallejo no está a altura, y tengo escrito en este mismo blog que le ha superado la responsabilidad de guardar una portería tan difícil y exigente como la del Real Zaragoza. Y de Toni Doblas he leído por ahí que no es santo de la devoción de Marcelino, al margen de su calidad, también dudosa para un desafío sideral como es el que supone guarecer la Puerta del Carmenm. ¿Zaparaín? Pues "mire usted", que decía aquel: no creo que el ya no tan joven portero aragonés hubiera encajado menos de dos goles en el Gran Canaria, pero seguramente tampoco más, y para semejante viaje...

Hablamos de la defensa, y aquí no veo otra cosa que una nube de piernas temblorosas, traqueteantes, pusilánimes, incapaces de despejar un balón con la hobría y el carácter que merece la ocasión. ¿No es grave que a estas alturas ya desconfíe hasta de Paredes? Así pues, la Secretaría Técnica debería haber puesto ya su maquinaria a enemil revoluciones para solucionar este desaguisado en el mes de Enero, deseando, además, que Diogo podría ser un buen fichaje de invierno si recuperase su mejor versión.

El centro del campo (entiéndase doble pivote) apunta hacia Zapater e Hidalgo como los posibles titulares durante el resto de Liga y ahí no tengo más remedio que hacer un acto de fe, cerrar los ojos y encomendarme ae la Virgen del Pilar. Si consiguen ponerse a punto, podrían ser una propuesta digna.

Y lo demás. Ahí no tengo nada que objetar. tenemos los mejores guerreros en la la delantera de toda la Segunda División y gran parte de la Primera. Si les respetan las lesiones y no hacen tonterías, por ahí vamos fenomenal.

Dicho todo esto, estimado amigo, la alineación tipo (que, por cierto, ya va siendo hora de repetir equipo) debería ser: Portero, defensa, defensa, defensa, defensa, Zapater, Hidalgo, Jorge López, Caffa, Ewerton y Oliveira. Y a ganar, que ya va siendo de empezar a tomar el camino que nos lleve a casa. A Primera.
.

No hay comentarios: