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El espejo falso
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El Real Zaragoza ha caído derrotado ante el Sevilla CF (4 – 1) en partido correspondiente a la 2ª Jornada del Campeonato Nacional de Liga de 1ª División. El gol lo ha conseguido Arizmendi.
Si usted, amable lector,no ha visto el partido, quizás piense que el Sevilla ha pasado por encima del Real Zaragoza y que su victoria ha sido cómoda y fácil. Sin embargo, permítame que rebata semejante supuesto. El partido ha sido tenso y disputado hasta un cierto momento, el que se ha producido cuando el Sevilla ha logrado el 3 – 1 después de que el árbitro haya anulado el 2 – 2 del Real Zaragoza por considerar que Arizmendi se encontraba en fuera de juego. Error arbitral de importancia el cometido por el colegiado González Vazquez, pues ha supuesto un antes y un después en el encuentro que ha podido servir para que el partido haya terminado como lo ha hecho. Del mismo modo que la lesión de Uche ha supuesto también un respiro para el Sevilla, que hasta ese momento habíia sufrido de lo lindo con los desmarques del nigeriano y con las jugadas en las que les ganaba la espalda, logrando un tremendo desconcierto en la zaga andaluza.
El Real Zaragoza ha jugado un partido muy correcto, en el que no ha perdido la compostura en ningún momento y en el que ha sabido sobreponerse al temprano gol del Sevilla (min. 8). El equipo de Marcelino ha sabido ponerle cara al choque y ha entendido perfectamente lo que estaba pasando. Así, ha logrado empatar gracias a un precioso gol de Arizmendi, que ha culminado una magnífica jugada de equipo en la que han participado también Uche y Gabi. Después, tras no serle señalado un claro penalty a favor, ha visto cómo un mal movimiento de Ayala ha habilitado a Luis Fabiano para que este lograse el 2 – 1 a un minuto del descanso.
¿Ha salido el Real Zaragoza roto tras la pausa? No, en absoluto, y prueba de lo que escribo es que ha sido capaz de mantener el pulso y ha, incluso, conseguido empatar el partido. Lo que ha sucedido es que el árbitro, a instancias del juez de línea, ha anulado el gol, en una decisión que dudo mucho hubiese tomado en caso de ser el Sevilla el protagonista. Bueno, no lo dudo: sé que no lo habría hecho.
La siguiente jugada ha sido la del 3 – 1, en una acción, eso sí, en que me cabe la crítica a Carrizo, pues pienso que pudo haber hecho algo más. Ese disparo al palo corto y atravesándote la manopla…Y ahí ha acabado el partido. Marcelino, eso sí, ha tenido que tomar decisiones a lo largo del match que no acabo de creer que ni él mismo comparta, pero es que su banquillo ahora mismo no da para jugar como él pretende. El ejmplo más claro lo tenemos cuando ha tenido que sustituir a Uche: no había otro delantero y ha tenido que optar por variar el dibujo y modificar su propuesta y, ciertamente, no le ha dado tan buen resultado como cuando estaba el nigeriano en el campo.
Es una realidad palmaria que el Real Zaragoza tiene que encontrar su modelo defensivo. Le costó el año pasado y le va a costar este. Ayala esá lentito y Babic, desde luego, no es, afortundamente, nuestro lateral izquierdo. Hay que confiar en Obradovic, un joven defensa que creo que será un buen recurso. El problema, el auténtico problema, lo tenemos en el lateral derecho y, sobre todo, en la consecución de un equilibrio defensivo y una corrección en los mecanimos de la retaguardia que haga de este Real Zaragoza un equipo impecable en el juego de conjutno, armado en la estrategia y bondadoso en el derroche. para ello tiene jugadores; ahora, necesita trabajo y capacidad de cohesión.
Si usted, amable lector,no ha visto el partido, quizás piense que el Sevilla ha pasado por encima del Real Zaragoza y que su victoria ha sido cómoda y fácil. Sin embargo, permítame que rebata semejante supuesto. El partido ha sido tenso y disputado hasta un cierto momento, el que se ha producido cuando el Sevilla ha logrado el 3 – 1 después de que el árbitro haya anulado el 2 – 2 del Real Zaragoza por considerar que Arizmendi se encontraba en fuera de juego. Error arbitral de importancia el cometido por el colegiado González Vazquez, pues ha supuesto un antes y un después en el encuentro que ha podido servir para que el partido haya terminado como lo ha hecho. Del mismo modo que la lesión de Uche ha supuesto también un respiro para el Sevilla, que hasta ese momento habíia sufrido de lo lindo con los desmarques del nigeriano y con las jugadas en las que les ganaba la espalda, logrando un tremendo desconcierto en la zaga andaluza.
El Real Zaragoza ha jugado un partido muy correcto, en el que no ha perdido la compostura en ningún momento y en el que ha sabido sobreponerse al temprano gol del Sevilla (min. 8). El equipo de Marcelino ha sabido ponerle cara al choque y ha entendido perfectamente lo que estaba pasando. Así, ha logrado empatar gracias a un precioso gol de Arizmendi, que ha culminado una magnífica jugada de equipo en la que han participado también Uche y Gabi. Después, tras no serle señalado un claro penalty a favor, ha visto cómo un mal movimiento de Ayala ha habilitado a Luis Fabiano para que este lograse el 2 – 1 a un minuto del descanso.
¿Ha salido el Real Zaragoza roto tras la pausa? No, en absoluto, y prueba de lo que escribo es que ha sido capaz de mantener el pulso y ha, incluso, conseguido empatar el partido. Lo que ha sucedido es que el árbitro, a instancias del juez de línea, ha anulado el gol, en una decisión que dudo mucho hubiese tomado en caso de ser el Sevilla el protagonista. Bueno, no lo dudo: sé que no lo habría hecho.
La siguiente jugada ha sido la del 3 – 1, en una acción, eso sí, en que me cabe la crítica a Carrizo, pues pienso que pudo haber hecho algo más. Ese disparo al palo corto y atravesándote la manopla…Y ahí ha acabado el partido. Marcelino, eso sí, ha tenido que tomar decisiones a lo largo del match que no acabo de creer que ni él mismo comparta, pero es que su banquillo ahora mismo no da para jugar como él pretende. El ejmplo más claro lo tenemos cuando ha tenido que sustituir a Uche: no había otro delantero y ha tenido que optar por variar el dibujo y modificar su propuesta y, ciertamente, no le ha dado tan buen resultado como cuando estaba el nigeriano en el campo.
Es una realidad palmaria que el Real Zaragoza tiene que encontrar su modelo defensivo. Le costó el año pasado y le va a costar este. Ayala esá lentito y Babic, desde luego, no es, afortundamente, nuestro lateral izquierdo. Hay que confiar en Obradovic, un joven defensa que creo que será un buen recurso. El problema, el auténtico problema, lo tenemos en el lateral derecho y, sobre todo, en la consecución de un equilibrio defensivo y una corrección en los mecanimos de la retaguardia que haga de este Real Zaragoza un equipo impecable en el juego de conjutno, armado en la estrategia y bondadoso en el derroche. para ello tiene jugadores; ahora, necesita trabajo y capacidad de cohesión.
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