martes, 20 de enero de 2009

El equipo infectado

(por Juan Antonio Pérez-Bello)

Nervios, nervios, nervios. Y miedo. Las baterías de la artillería zaragocista se han alineado en formación de combate y buscan desesperadamente un enemigo. O lo que es lo mismo, una causa que explique sus males. Porque hay males, hay desconfizanza, hay errores que corregir, hay daño. El problema es que no se sábe qué ocurre. Es algo parecido a ese virus que, según todos los medios de comunicación publican hoy, se ha expandido por el mundo y ha infectado ya varios millones de equipos (informáticos) y es de muy difícil eliminación. "Downadup" se llama aunque también se le conoce con los nombres de "Conficker" o "Kido". En cualquier caso, qué más da el nombre si el mal ya está hecho.

El Real Zaragoza, el cuerpo técnico y los jugadores, se encuentran bajo sospecha y sesudos sumos sacerdotes o simples aficionados tratan de encontrar una explicación y un remedio a tanta desidia. Desde "más testosterona" hasta "hay que fichar un medio centro", "vaya follón que debe haber en el vestuario" o "algunos jugadores está desmotivados". Todas esa variables se manejan, pero lo más probable es que no sea una sola la causa, sino una combinación de varias de ellas.

A mí me parecen evidentes tres cosas:

1. La presión está empezando a hacer daño, tanto a algunos jugadores como al propio entrenador. Y es razonable que así sea, pues son humanos y, por tanto, débiles y vulnerables. Ahora bien, yo me pregunto: ¿nos podemos permitir semejante debilidad? es evidente que no.

2. Parece claro que hay jugadores que no están haciendo bien su trabajo. Y es lícito señalarles con el dedo: nos deben mucho y su esfuerzo debe dar resultado. Nosotros, con nuestro dinero, nuestra ilusión y nuestro dolor, ya les hemos dado muchísimo a ellos. Que cumplan.

3. Este club es muy amable y muy cómodo, y eso ya lo tengo escrito en otros sitios, pero no debe ser refugio para indolentes. Y hoy mismo hemos podido comprobar que Marcelino lo ha entendido. No había más que escuchar los gritos que ha dado en el entrenamiento.

Para acabar: ¿podrán ganar? ¿Podrán lograr los 3 puntos que necesitamos como el comer? Es necesario que así sea, pues serán tres pasos más que nos ayuden a recorrer el camino de regreso a casa. A Primera.
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